Entre los cultivos de invierno se presentaron parcelas demostrativas de garbanzo, trigo y canola, en variedades que poseen adaptabilidad a las condiciones regionales.
Las instalaciones del Centros de Bachillerato Tecnológico Agropecuario (CBTA) 139, ubicado en el municipio de San Fernando, permitieron a los investigadores del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) mostrar y explicar las opciones disponibles para los ciclos agrícolas Primavera-Verano y Otoño-Invierno, así como cultivos de invierno y especies perennes.
El Investigador del INIFAP-Campo Experimental Río Bravo, Dr. Héctor Manuel Cortinas Escobar, expuso que el garbanzo es una especie que se adapta bien a las condiciones de temporal por su raíz profundizante, ya que tiene la particularidad de fijar nitrógeno atmosférico, lo que reduce sus costos de producción.
Adicionalmente, apuntó que el valor del grano fluctúa entre 800 y mil 500 dólares. Este producto generalmente encuentra mercado de en el extranjero, ya que en México su consumo per cápita es muy bajo.
En cuanto al trigo, detalló que las variedades que se adaptan a las condiciones regionales -en su mayoría- se han generado en el noreste del país, se adaptan a diversos ambientes y cuentan con demanda en diferentes mercados.
Los trigos suaves son destinados a la industria de la panificación, mientras que los trigos duros son utilizados por la industria que elabora pastas; ambos tipos producen buen rendimiento en la región.
Por otra parte, el Investigador del INIFAP-Campo Experimental Río Bravo, Ing. Javier González Quintero, al mostrar diversas variedades de canola y presentar las ventajas de cada una, subrayó que en México éstas se han formado mediante métodos de mejoramiento tradicional, en contraste con las que provienen del extranjero, formadas mediante procedimientos transgénicos.
Aseveró que las variedades mexicanas son excelentes para la extracción de aceite comestible, pero además tienen un gran potencial en la producción apícola, ya que florece de diciembre a marzo, época en la que escasean flores en la vegetación nativa para alimentación de abejas y la producción de miel.
De la flor de canola se obtiene miel de excelente calidad, demandada en los países europeos.