La delegación Regional del IMSS en Tamaulipas, en el marco del Día Mundial de la Hipertensión Arterial, establecido por la Organización Mundial de la Salud, destaca la importancia de llevar a cabo medidas preventivas para evitar y controlar este padecimiento, como una dieta equilibrada, el ejercicio físico regular y el apego estricto al tratamiento de los medicamentos recetados.

Este padecimiento se puede definir como el aumento de la presión arterial de forma crónica. Aunque no da síntomas durante mucho, las primeras consecuencias de la hipertensión las sufren las arterias, que se endurecen a medida que soportan la presión arterial alta de forma continua, se hacen más gruesas y puede verse dificultado el paso de sangre, esto se conoce con el nombre de arterosclerosis.

El director del Hospital General de Zona (HGZ) N° 15 del IMSS en Reynosa, doctor Raul Antonio Rosales Ruiz, dijo que se cree que la herencia es un factor que podría provocarla, ya que cuando una persona tiene un progenitor (o ambos) hipertensos, las posibilidades de desarrollarla son el doble que las de otras personas con ambos padres sin problemas de hipertensión.

Otros factores que la producen, que no son modificables son el género, edad y raza; mientras los que si son modificables como los hábitos alimenticios, ambiente, y las costumbres de las personas, por ejemplo: la obesidad, la sensibilidad al sodio, el consumo excesivo de alcohol, el uso de anticonceptivos orales y un estilo de vida sedentario.

El sobrepeso es uno de los factores que más predisponen a las personas a tener hipertensión arterial. A medida que se aumenta de peso se eleva la tensión arterial y esto es mucho más evidente en los menores de 40 años y en las mujeres.

Los hombres tienen más predisposición a desarrollarla que las mujeres hasta que éstas llegan a la menopausia. A partir de esta etapa la frecuencia en ambos sexos se iguala.

Sin embargo, en las mujeres jóvenes existe un riesgo especial cuando toman píldoras anticonceptivas.

La única manera de detectar la hipertensión en sus inicios es con revisiones periódicas, ya que mucha gente tiene la presión arterial elevada durante años sin saberlo.

El diagnóstico se puede realizar a través de los antecedentes familiares y personales, una exploración física y otras pruebas complementarias.

La hipertensión no puede curarse en la mayoría de los casos, pero sí controlarse. En general debe seguirse un tratamiento regular de por vida para bajar la presión y mantenerla estable, aunque su médico es el único que puede determinar qué tratamiento y la duración del mismo.

Finalmente, dijo que: “Si es usted paciente con hipertensión, le aconsejo bajar peso corporal, si se tiene sobrepeso, reducir el consumo de sal, consumir menos productos procesados y en conserva, reducir o evitar la ingesta de alcohol, de igual manera, se debe realizar la actividad física que recomiende su médico”