La mayoría de las mujeres odiamos las arrugas. Eliminarlas por completo te hará parecer como un robot, pero si lo que quieres es suavizar un poco tu piel, respetando su forma natural y características emocionales, te recomiendo una rutina de cuidado personal, aprobada por los expertos, que no requiere agujas, bisturí o cosas extrañas.
Serum de antioxidantes
Aplica antioxidantes tópicos diariamente (debajo del protector solar) que contengan vitaminas C o E o ácido ferúlico.
Además de protegerte de la exposición a los rayos UV, te cuidan de la contaminación. Y si vives en una ciudad… esto es in-dis-pen-sa-ble.
Dale prioridad al FPS
Utiliza un bloqueador solar con FPS de 30 mínimo.
Todos los días, sin excepción alguna. No importa si vas a estar debajo del sol un rato, o no saldrás hasta la noche. Es importante que cuides tu piel de los rayos UV.
Cada vez son más dañinos.
Humecta todos los días
Humecta tu piel 1 o 2 veces al día con una crema humectante, idealmente con una que contenga emoliente como la dimeticona.
Ésta restaura la barrera de la piel, protegiéndola de irritantes externos y encapsulando la humedad dentro de la piel.
Limpia tu rostro en la noche
Limpia tu rostro con un limpiador en espuma.
Esto es crucial para desinflamar la piel, pues eliminas maquillaje, polvo, bacterias, aceite y radicales libres. ¿Te imaginas cuánto expones a tu piel durante el día?
No le tengas miedo a los retinoides
Un poco de retinoides tópicos (como el tamaño de un chícharo) antes de dormir puede limpiar los poros y suavizar las arrugas, cicatrices, acné y manchas.
Exfolia… pero no mucho
Exfolia gentilmente una o 2 veces a la semana.
Si tienes piel sensible, lo ideal es utilizar un método mecánico porque el proceso se vuelve más controlable; sin embargo, puedes ajustarte a la intensidad de la exfoliación.
No debes ser muy ruda con tu piel. Por otra parte, las pieles grasas prefieren exfoliaciones químicas como cremas, peel offs o enjuagues.