Foto cedida por el representabnte demócrata en Texas, Henry Cuellar, que muestra el centro donde se alojan jóvenes y niños indocumentados en San Antonio, Texas. /EFE Archivo

Un hombre que trabajaba en un albergue para menores migrantes en Phoenix fue detenido tras ser señalado por presunto abuso sexual y agresión a una menor de 14 años.
El Departamento local informó que Fernando Magaz Negrete, de 32 años, quien trabaja en el centro de detención migratoria para menores ubicado cerca del centro de la ciudad y operado por la organización Southwest Key, fue visto por otra joven del mismo centro cuando tocó a la menor el 27 de junio en su cuarto.
La acusación, presentada por su compañera de cuarto, sostiene que vio a Magaz Negrete tocando los genitales de la niña y besándola, según documentos judiciales.
Además, en el video de vigilancia se ve a este hombre que ingresa al dormitorio de la niña varias veces durante la noche.
Magaz Negrete fue contactado por la Policía ayer, y realizó declaraciones sobre su participación.

Fue ingresado en la cárcel por cargos de abuso sexual y agresión con agravantes.
El representante federal demócrata por Arizona, Rubén Gallego, envió este miércoles una carta al inspector general del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), instándolo a realizar una investigación sobre los informes generalizados de abusos sexuales contra niños migrantes bajo custodia federal.
Gallego también cuestionó sobre las políticas del HHS y si están siguiendo las normas de cuidado de niños.
Los incidentes incluyen abuso físico y sexual sufrido por una niña de seis años en una instalación de Southwest Key en Glendale, Arizona, según la oficina de Gallego.
La policía de Tucson también investiga múltiples abusos sexuales en los centros de detención de menores migrantes en Southwest Key.
En todo Estados Unidos los niños migrantes han denunciado abusos, abandono y agresión en centros de detención de inmigrantes.
Entre abril y mayo pasados, más de 2 mil 500 menores fueron separados de sus padres, tras cruzar la frontera sur de manera ilegal, como resultado de la política migratoria de cero tolerancia de la Administración Trump, que ordena enjuiciar a todo adulto que sea detenido luego de cruzar la frontera de manera irregular.
Trump se vio obligado a prohibir la separación de familias migrantes luego que hubo una presión masiva de críticos nacionales e internacionales.
El Gobierno federal fue demandado por las separaciones, y un juez federal emitió órdenes a la administración Trump para reunir a los padres con sus hijos en ciertos plazos.