Aspecto de la fiesta. El lugar atestado.

La invitación se hizo por redes sociales.

Todo tipo de bebidas

La llegada de la policía.

Una fiesta convocada por redes sociales a través del denominado Proyecto X 0.02 terminó con la intervención de la Policía Estatal que atendieron reiterados llamados de vecinos de la colonia Antonio J. Bermúdez por el escándalo generado en horas de la madrugada, la ingesta de bebidas alcohólicas en la vía pública, el olor a marihuana, evacuaciones fisiológicas en la vía pública y el bloqueo a calles y avenidas.
Haciendo uso de la tecnología, de grupos de Whatsapp, Facebook y las redes sociales, los jóvenes difundieron que el sábado 11 de agosto tendría lugar una reunión pública a partir de las nueve de la noche, en el Boulevard Alvaro Obregón.
Resultó ser una vivienda ubicada entre las calles Paseo de las Jacarandas y Paseo de los Barcios, sin número, del Fraccionamiento Bermúdez, en Reynosa, a un costado de las instalaciones del CETIS 71.
De acuerdo a los perfiles del grupo Proyecto X 0.02, la organización del evento estaba a cargo de "Fernando y ocho personas más".
La asistencia de jóvenes de ambos sexos sobrepasó las estimaciones y llegó a grado de que los vehículos bloqueaban ya las calles y avenidas en ambos sentidos en varias cuadras a la redonda, además de bloquear cocheras.
Los jóvenes se embriagaban en plena vía pública, hacían necesidades fisiológicas en las viviendas contiguas y no faltó quienes consumían marihuana.
Ante la situación que se estaba presentando y en horas de la madrugada, los vecinos llamaron a las corporaciones tanto a Seguridad Pública como al 911 y relataban lo que estaba sucediendo.
Pedían su intervención para poner alto al desenfreno, ya que algunos jóvenes se comportaban impertinentes e insultaban a quienes los llamaban a la cordura y la comprensión, además de que era latente el riesgo de alguna trifulca entre ellos mismos.
Cuando las primeras patrullas llegaron al lugar, los agentes se encontraron con botellas de cerveza, whisky, vodka, vinos, licores y alcohol de todas las marcas, restos de cigarros de marihuana elaborados a mano regados por doquier, pero también con la resistencia de algunos jóvenes a acatar las instrucciones para que se retiraran a sus casas.
Algunos se atrevían, inclusive, a retar a la autoridad.
Al final prevaleció la cordura y la fiesta terminó con el arresto de más de una decena de jóvenes por alterar el orden y debido al alto estado de alcoholismo que presentaban y quienes -por su propia seguridad- fueron trasladados al edificio de Seguridad Pública.

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