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Y si no nos crees, varias investigaciones han demostrado que tus palabras solamente causan una impresión del 7% en la interacción con otras personas, mientras que el tono de tu voz un 35% e, increíblemente, tu lenguaje corporal un 55%.
• Camina con confianza: Si quieres crear una buena impresión en la oficina, asegúrate de caminar con confianza en cada momento.
No te jorobes y utiliza los zapatos correctos. De igual manera, mantén los brazos a tus lados, pon la cabeza en alto, los hombros fuera y la mirada en frente.
• Checa tus expresiones faciales: A veces, las expresiones faciales dicen más que mil palabras.
Es por eso que siempre deben transmitir un poco de profesionalismo. Evita expresiones de enojo, nervios y aburrimiento y opta por una sonrisa gentil en tu rostro cuando puedas.
• Habla con tus manos: Muchos estudios han comprobado que los gestos están íntegramente vinculados con el discurso, así que, en lugar de desaprovecharlos, deberías aprender a utilizarlos.
Si los incorporas a la hora de hablar en público, o en tu hora de comida, podrás crear una mejor impresión.
• Mantén contacto visual: Otros estudios demuestran que mantener contacto visual en una conversación es una señal de compromiso con la plática.
Te compartimos una de nuestras técnicas: cuando conozcas a alguien por primera vez, pon atención al color de sus ojos; de esta forma, evitarás que el contacto visual sea incómodo o inapropiado.
• Practica tu apretón de manos: Cuando conozcas a alguien, asegúrate de dar un apretón de manos fuerte y estable para crear una buena impresión.
Los apretones de manos deben durar de 2 a 5 segundos y también conllevan contacto visual.
• Bájale a tu voz: Muchos estudios han comprobado que las personas con voces altas son consideradas nerviosas, poco empáticas y débiles.
Y tal vez no puedas cambiar el tono de tu voz, pero te recomendamos practicarlo con ejercicios de relajamiento.
• Buena postura: Mientras trabajas, asegúrate de tener una buena postura, tanto en la oficina, como en tu descanso.
Mantén tu espalda derecha, la cabeza en alto y los hombros fuera. Ten en mente que las personas toman nota de tu postura, tanto en una silla, como cuando caminas, así que evita jorobarte lo más posible.