El problema está en que después de esa carga de adrenalina, se producen reacciones en el organismo que despiertan el “humor de perros”.
Cafeína
A pesar de que el café es la bebida preferida para empezar el día, también es uno de los alimentos que inciden en el humor.
Consumir café en exceso puede alterar nuestro organismo y provocar ansiedad, nerviosismo y cambios en el estado de ánimo. Por eso es común que después de aumentar la energía, el café produzca irritabilidad y cansancio.
Papas fritas
¡Tranquila, sobrevivirás! Los científicos aseguran que la mayoría de los aceites utilizados para la preparación de las papas fritas disminuyen la actividad cerebral, provocando el mal humor.
Además, este tipo de alimentos baja los niveles de serotonina que, junto al estrés y la falta de ingesta de frutas y verduras, afecta gravemente las regiones del cerebro que regulan la ira.
Refrescos
Por su alto contenido en azúcares los refrescos se suman a la lista de los alimentos que te ponen de mal humor.
La gran cantidad de azúcar refinado, sodio y gas que tienen estas bebidas provoca una falsa sensación de euforia que altera el sistema nervioso y que, si se abusa de ellas, puede producir desequilibrios emocionales.
Tortas
A pesar de que son deliciosos, están cargados de mantequilla, aceites y azúcares refinados que aunque en un principio llenarán el vacío emocional que sientes, a la larga alterarán tu estado de ánimo y te producirán nerviosismo y agresividad.
Embutidos
Carnes procesadas como salchichas y fiambres contienen alto nivel de conservantes y otros aditivos que pueden provocar malestar general como dolores de cabeza, mal humor y retención de líquidos.
Alcohol
El alcohol es un depresivo con máscara de festejo.
Produce un inicial estado de euforia que, como las drogas, se va disipando y sumiendo a su consumidor en un estado de vacío, tristeza y agresividad.