Ejército queda en buenas manos.- Cienfuegos

Antonio Baranda
Agencia/Reforma
Cd. de México (30 noviembre 2018).-
En su último acto como Secretario de Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos afirmó que el Ejército y la Fuerza Aérea quedan en buenas manos con el General Luis Cresencio Sandoval.

En una ceremonia de "Reconocimiento al Alto Mando del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos", realizada en el Heroico Colegio Militar, el mando describió a Sandoval como un soldado ejemplar.

"Hoy quiero decir que estoy convencido de que el Ejército y la Fuerza Aérea han quedado en buenas manos.

El General Luis Cresencio Sandoval es un soldado ejemplar, quien sabrá desempeñar destacadamente el honroso cargo que se le ha conferido", aseveró ante su sucesor.

"Su experiencia, carácter, liderazgo, don de mando y valentía le permitirán conducir con éxito el destino del Ejército y de la Fuerza Aérea, no tengo duda de ello.

Lo conozco, sé de su profesionalismo y lealtad a México".

Ante miles de efectivos que realizaron un desfile de honor, Cienfuegos deseó mucho éxito a Sandoval.

Cienfuegos expresó que está a punto de culminar la "honrosa" encomienda que le dio el Presidente Enrique Peña Nieto y se siente satisfecho porque, dijo, con el apoyo del Mandatario impulsaron la transformación de los institutos armados.

"En cada proyecto siempre pensamos en el bienestar de los militares en activo y de los retirados, pero sobre todo de sus familias.

Me siento muy afortunado de haber nacido en este gran País y de haberle servido a su pueblo", sostuvo.

"Estar al mando de estas prestigiadas instituciones me ha dado la invaluable oportunidad de comprobar las notables virtudes que caracterizan a nuestras mujeres y hombres de armas, soldados que conservan la herencia de quienes lucharon para darnos libertad y patria".

Se despide de tropa

Acompañado de Roble Arturo Granados, subsecretario de Defensa Nacional, Cienfuegos aprovechó la ceremonia en el Colegio Militar para despedirse de la tropa y poner fin a su carrera militar de más de 50 años.

"Trayectoria en la que he servido con dedicación, entrega y lealtad a mi patria, es un privilegio hacer uso de la palabra en este, nuestro Heroico Colegio Militar, donde hace más de 54 años inicié como cadete, donde nací como soldado y que hoy me despide", mencionó.

"Emblemático plantel donde (...) me proporcionaron las herramientas necesarias para hacer frente a los desafíos que entraña la carrera de las armas, camino largo en el que viví experiencias significativas, afronté pruebas y superé momentos difíciles, siempre con el apoyo de mis hermanos de armas".

Con voz entrecortada, Cienfuegos agradeció a Peña Nieto, a los Poderes Legislativo y Judicial, a Gobernadores y autoridades locales, al Estado Mayor de la Sedena, a los efectivos castrenses en activo y caídos, y a la sociedad en general.

El General hizo un reconocimiento especial su esposa Bertha y a su familia por ser fuente inagotable de apoyo, cariño y comprensión durante lo que calificó como dura vida de la milicia.

"Hoy con satisfacción y orgullo puede decirles, como cita el proverbio, que aunque deje la tropa, seguiré siendo soldado, seguiré siendo su compañero.

Hasta pronto", remató en medio de aplausos.