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'Funden' aulas-horno a alumnos en Jalisco

El pasado 13 de mayo, a las 15:59 horas, en el salón de quinto de la Primaria Federal "Francisco Rojas González" de Tlajomulco, la sensación térmica fue casi de 34 grados. Foto: Maricarmen Galindo
En mayo, el mes más caluroso del año en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), las aulas escolares se convierten en auténticos hornos que inciden negativamente en el aprendizaje.
sábado, 25 de mayo de 2019
Por: Brenda Sánchez
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Agencia / Reforma
Guadalajara, México (25 mayo 2019).- En mayo, el mes más caluroso del año en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), las aulas escolares se convierten en auténticos hornos que inciden negativamente en el aprendizaje.

Según las condiciones de los salones -ventilación, materiales de construcción, orientación respecto al Sol y número de alumnos-, las temperaturas llegan a rebasar los 36 grados Celsius, sobre todo si se trata de espacios provisionales de lámina como los 360 que hay en la ZMG y Municipios aledaños.

Hermes Ramírez Sánchez, director del Instituto de Astronomía y Meteorología de la UdeG, indicó que la temperatura ideal a la que un ser humano debería estar expuesto es de 25 a 32 grados.

"Cuando llegamos a temperaturas por arriba de los 36 grados a la sombra (...) empiezan síntomas como deshidratación y dolor de cabeza", explicó.

Si bien no hay una referencia en México, investigadores de las universidades estadounidenses de Georgia, Harvard y de California en Los Ángeles (UCLA) descubrieron en un estudio cómo incide el calor en los estudiantes.

Tras analizar los resultados de exámenes de 10 millones de alumnos de secundaria durante 13 años en EU, encontraron que por cada aumento de 0.5 grados en la temperatura promedio, bajaba uno por ciento su rendimiento.

Miguel Ángel Buenrostro, médico internista y académico de la UdeG, opinó que esto podría aplicar en la ZMG o incluso peor, ya que el análisis no tomó en cuenta variables como la contaminación atmosférica.

"Aquí vemos cada año los incendios que obviamente tienen impacto en el clima, la contaminación, la salud y el rendimiento escolar, porque incluso hay suspensión de clases", indicó.

Ante esta situación, los maestros han cambiado sus dinámicas de enseñanza.

Montserrat Acosta González, profesora de grupo en la Primaria Federal "Francisco Rojas González" de Tlajomulco, trabaja desde hace un año en aulas provisionales y ha optado por sacar pupitres y bancas para dar clase bajo la sombra de un árbol.

"En ese módulo no hay luz, por lo tanto, no tenemos ventiladores.

Las ventanas sí están abiertas, pero les da el Sol en la tarde", explicó.

Además, procura llevar la carga académica más pesada durante el invierno.

Pedro Díaz Arias, subsecretario de Educación Básica de Jalisco, indicó que a través del programa Escuela y Salud se han emitido recomendaciones a planteles escolares para mitigar los efectos del calor.

Algunas son tomar agua natural, utilizar ropa fresca y evitar exposiciones prolongadas al Sol.

Además de este mecanismo, Díaz Arias indicó que no se cuenta con otros programas o estrategias para hacer frente a esta problemática.

 

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