REFLEXIÓN DOMINICAL

Antonio Fernández

Sin fe no hay confianza en Jesús

Suplica el Rey David al Señor lo que pronto se transforma en jubilosa gratitud; …"Dios es mi fortaleza y mi escudo; en Él confió mi corazón y fui socorrido" … el punto del júbilo es, "fui socorrido"… Y buscando también hacer suya la profecía, el cristiano católico a través de los tiempos creó y continúa en la oración inspirada por este Salmo; …"Señor pongo toda mi confianza en ti"…La profecía da paso por el mundo, quien ahonda en ella y la toma, haciéndola propia y la convierte en regla de conducta con gozo, puede atarla a su corazón como divisa de salvación, así manifiesta a Dios Nuestro Señor su confianza en Él, lo que hará razonar a muchas almas; …¿Dónde está el origen de mi tibieza pues vivo consciente de haber perdido mi confianza en Dios?... Ante los males para superarlos y los bienes para consolidarlos es importante volver al principio de la enseñanza doctrinal; …"Creo en Dios Padre Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra"…Al repasar se encontrará el punto donde inicio la tibieza; …"¿Creo en Dios?"…o no creo, ¡Si o no! El pensamiento común dice; … sino tomo agua no calmaré mi sed … Es cierto, se tiene el absoluto conocimiento que el agua va a calmar la sed, mitigará el calor y el cansancio, revitalizará el cuerpo suavizando el estado de ánimo que se templa y puede con tranquilidad pensar con orden lo que tiene por hacer.

¿Qué ha pasado? La persona acalorada calma su estado porque tiene confianza y cree convencido que el agua es el elemento que calmará su agobiante sed y recobrará su energía.

Nuestra relación con el prójimo debiera ser con la misma confianza para beber el agua, así el trato con mi hermano será pleno de confianza no de palabra sino de obra, cumpliendo en él, el mandato dispuesto por Jesucristo Nuestro Señor; …"Amarás al prójimo como a ti mismo"…El trato que se pide es que sea con lealtad y respeto en todo momento, pero la malicia, cizaña que sobrepasa con virulencia el proceder perverso al que se deja adherir el ser humano, que consciente tolera y cultiva, ha hecho de esta conducta una costumbre y una forma de vida en este siglo, a dejarlo en entredicho la palabra de verdad que viene de Dios, esta conducta es el proceder común y corriente en la vida de las personas, por eso quien se compromete a cumplir un acuerdo o compromiso deja en quienes reciben o solicitan lo que ocupan, la duda con aquello que se han obligado y por esa desconfianza surgen interrogantes: ¿cumplirá?, ¿pagará?, ¿entregara?, ¿responderá? La consecuencia es en las relaciones humanas y la perversión del ser humano quien las complica cada vez más, la humanidad no se decide frenar este desajuste de respeto al prójimo, entonces ¿Cómo aceptar la prevención? Quien ofrece algo se compromete cumplir firmando un contrato de deberes y obligaciones, al no consumarse vendrá sobre el obligado un sinnúmero de presiones por incumplir ya no su palabra sino su compromiso sellado con su firma, al no cumplir tiene que reparar su falta, obligado por la intervención de la autoridad o personas, que al servicio del ofendido, atosigarán al incumplido, a esto y más se enfrenta el engañador, así como en esta situación la desconfianza se extiende a la vida humana; los padres no creen en los hijos y estos a la inversa, así se ha perdido el orden y autoridad de la familia de ahí una de las causas de fragmentación familiar; los esposos se engañan, fingen quererse y les da igual porque viven una relación fuera de matrimonio, al tiempo viene la desintegración de ese matrimonio; el patrón no cree en sus empleados y estos lo maldicen, critican, engañan y traicionan llegando a robarle y no cumpliendo con sus obligaciones la envidia los empujó a perder el medio que da de comer a su familia; los servidores públicos hablan y la gente cree, de momento que bien, después son las lamentaciones; los alumnos exigen la renuncia de los maestros o suspenden clases, creando el caos por su inconformidad en algunas cosas ciertas y otras injustificadas, el resultad es una baja calidad de preparación motivado por la duda y desconfianza en el prójimo, pero las personas que han depositado su fe y confianza en Dios son una nada, comparadas con los millones que pueblan la tierra.

Lo malo de todo esto es que unos y otros están cuidándose del engaño esperan pasar de engañado a engañador ¿Por qué se actúa así? Porque se ha convertido este proceder en un mal habito de vida, que el engañar considera un éxito, en realidad siembra la duda mintiendo y se enreda más el engaño, cuando el avezado engañador se dice sin escrúpulos así mismo; … me la "juego”, con suerte no se da por enterado el afectado y obtendré lo que quiero … es cierto, de momento se logrará, pero al tiempo sea en esta vida o en la otra vuelve el reclamo de ese engaño y serán tiempos complicados para el engañador.

La esperanza en medio de este proceder humano se supera cuando hay fe y confianza en Dios, porque quien cree en Él, entiende y comprende que Dios jamás aceptará el engaño o la mentira, por lo que está obligado obrar bien porque en él está el temor de ofender a Dios, esto es; … Si mi conducta es mala estaré mal con Él, no deseo ofenderlo, me esforzaré en obtener los bienes de la gracia prometidos para mi salvación ... Dios es benevolente, magnánimo y misericordioso con las almas que ha creado y trae al mundo, gozándose como Padre amoroso conoce del interior de cada persona las actitudes y comportamiento como la fe y confianza hacia Él.

Cada pasaje de la vida de nuestro Salvador es una enseñanza ilimitada por el lado que se quiera ver incesantemente lo recibimos de su paternidad.

Refiriéndose Jesucristo Nuestro Señor a sus discípulos queda al cristiano católico de cada siglo a reconocer y aceptar que en la Sagrada Eucaristía está presente el cuerpo y sangre, alma y divinidad de Nuestro Señor; reconocer y aceptar la parte más solemne del Santo sacrificio de la Misa, en el cual tiene lugar la conversión del pan y del vino, en el Cuerpo y sangre de Cristo Nuestro Señor, quien se ofrece en ese instante como víctima Incruenta bajo las especies de pan y vino, como hizo cuando instituyó este sacrificio durante la última cena, por lo que con fe y confianza en Él anuncia a sus discípulos lo que hoy nos hace partícipes.

Muchos de sus enemigos en su tiempo se consideraban sus discípulos del Señor e iban a su lado aceptando de palabra pero su corazón no lo acepta, creyendo engañar a quien ve lo que se guarda en el corazón engañador le seguían sin estar convencidos de su divinidad, otros lo hacían por curiosidad y no por fe en Él, muchos más por verlo realizar sus prodigiosos milagros, no es de dudar que esos "discípulos dudosos" fueran enviados por el sanedrín, todos a pesar de ver, oír y escuchar voces convencidas, esos "discípulos" no creían que su Señor es el Hijo de Dios hecho hombre, lo que originó que muchos de ellos se retirarán del Señor cuando dijo; …"El que come mi cuerpo y bebe mi sangre, vive en Mí y Yo en Él"… Palabras que les hizo tomar la decisión de retirarse, ¡Claro! Nada entendieron esos "falsos discípulos" se escandalizaron por la afirmación de su divinidad, y dijeron; …"Esta doctrina es dura; ¿Quién tiene el valor para oírla?"…Ante lo sucedido pregunta Jesús a los doce; …"¿También vosotros os queréis iros? Simón Pedro le contestó: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.

Nosotros creemos y sabemos que Tú eres el Santo de Dios"…La respuesta de Pedro es muestra de una fe plena y absoluta en su divino Maestro, que la posteridad de los siglos debiera imitar y los crédulos, e incrédulos poner atención en San Pedro cuando imparte su Cátedra; …"Sin fe no hay confianza en Jesucristo Nuestro Señor; …Nuestro Salvador pregunta; ¿Tenéis confianza en Mí? …La respuesta de Pedro es la enseñanza del Primado de Nuestra Santa Madre Iglesia que imparte a la humanidad hasta el fin de los tiempos, de sus palabras ilustra el Obispo de Hipona la nobleza y fidelidad de Pedro; …"Pedro proclama su fe y la de sus compañeros.

Las turbas dijeron: Es el Hijo de José, y Pedro dijo: ¡Tú eres el Hijo de Dios! Aquí dice; Tu tienes palabras de vida eterna, y no nos das en tu carne y en tu sangre sino lo que eres Tú.

Nota como la fe de Pedro es plena. El confiesa la Trinidad y la encarnación. Diciendo Santo de Dios proclama al Padre y al Espíritu Santo, el cual es el lazo de su Santa unión"…
Se ha revelado al cristiano católico que el camino de este mundo debe estar cimentado en la palabra de nuestro Salvador, el pide y de nuestra parte es permanecer en estado de gracia para poder escucharlo, quede claro: sin fe no hay confianza en Jesús queda el incrédulo en el vacío, pero el que cree con fe y confianza pide y suplica al Padre haciéndolo en el nombre de Jesús, es sencillo ir por este sendero, pero la soberbia maligna pone la duda en el corazón, estanca al pecador a que este no deje la vida en que esta sumido; predica el Señor que quien pida estando arrepentido de sus actos, recibirá los bienes que fortifican el alma.

Cuando tenemos sed se va en busca del agua y al momento calmamos esa necesidad, eso mismo tenemos que hacer, al instante dejar atrás todo e ir al Señor y Él, así como sacia nuestra sed corporal saciará la sed de nuestros agobios con su amor; pide amemos al prójimo viendo en el a Dios mismo, pero la ira como aguijón penetra en el pensamiento a rechazar el deseo del Señor: … ¡Ese que me insulta y roba! ¿Es mi hermano? ¡Jamás le ayudaré! …
Dios es misericordioso, benigno y magnánimo, Jesucristo su divino Hijo es igual al Padre, enviado a salvar a la humanidad del pecado obra realizada por la sabiduría del Padre.

Nuestra Santa Madre Iglesia celebra con todo su esplendor la victoria de Cristo Nuestro Señor, su resurrección y con ella la redención de la humanidad, que todo cristiano católico solemniza con júbilo, así en este tiempo cada semana el Señor nos ha conducido a meditar que la fe perdida retorna por la fe en Jesús; a reflexionar que Jesús es el verdadero y único pastor; a contemplar cuando Jesús revela a sus discípulos su muerte y su resurrección; a reconocer que el propósito de todo cristiano católico es glorificar a Cristo Jesús, confortando antes de la Ascensión del Señor el ideal que nos ha enseñado: sin fe no hay confianza en Jesús; para ello va mostrar como madura la fe en el alma que cree, reza el Evangelio la palabra del Salvador;…"En aquel día no me preguntaréis más sobre nada.

En verdad, en verdad, os digo, lo que pidiereis al Padre, Él os lo dará en mi nombre"…En esta palabra del Señor debieron poner atención los discípulos y dejar de lado la congoja y consuelo, Dios habla por intermedio de su divino Hijo, dando a entender la realidad, viniendo de sus divinos labios es retenerla y apegarse a ella, cuando habla de su resurrección ha dejado en claro que ya no tendrán enigmas ni misterios a preguntar, ni en lo natural como lo sobrenatural, en una palabra no habrá velos, estos se habrán recorrido y la revelación depositara los conocimientos que recibirán del Espíritu Santo.

El triunfo de todo ser humano es encontrarse ante Dios, cara a cara, y leer en su esencia la verdadera naturaleza de los misterios abismales que da a conocer San Pablo; …"Fue arrebatado al paraíso y oyó palabras inefables que no es dado al hombre expresar"…Y profundizar en aquellos que teniendo una vida en exceso de maldad y pecado, bulle en su mente a su muerte, estará ante Dios, y creer tener los argumentos para evitar la condenación eterna, pensar así es un acto de soberbia maligna, porque cuando llegue ese momento la sola presencia de Dios en su gloria, su mirada amorosa y justiciera someterá al pecador junto con sus razones injustificadas que de llegar a referirlas agravara más su sentencia, y ese entenderá que en verdad a Dios no se le puede mentir.

Nuestro Señor Jesucristo imparte a los suyos y a los siglos la Cátedra sobre la necesidad de la oración, para que esta fructifique es imprescindible que quien pida, su fe se halla en constante aumento, esto y más se conoce de su enseñanza; …"Pedid y se os dará; buscad y encontraréis; golpead y se os abrirá.

Porque todo el que pide obtiene; y el que busca encuentra; y el que golpea, se le abre"…Es la promesa que el Señor ofrece a consecuencia de la oración, que Jesús insiste y persiste, pero de nuestra parte lo miramos con tan poca fe.

Cuando un padre promete al hijo celebrar sus cumpleaños, o premiarlo por un logro, ese hijo sabedor de lo formal de su padre se dispone a obtener lo que le prometió, así el cristiano católico recibe una promesa trascendente en su vida, que es la oración dirigida al Padre en nombre de su divino Hijo, pero no le da la importancia primordial, nadie puede decir que no ocupa hacer oración porque su vida está tranquila y en paz, quien así diga o algo semejante ¡Está equivocado! La oración es un tesoro que se acumula en el libro de la vida, y entre más rico es este libro de tesoros de oración, mayor será el premio ofrecido por nuestro Redentor.

¿A qué viene este apartado? El Señor estando con sus discípulos entre acongojados y tristes, desea atraerlos a la realidad que en unos momentos vivirán, por ello sus palabras confortan ese animo caído y busca hacerles reaccionar dando a conocer la necesidad de la oración para salir de toda pena y angustia, el Señor esclarece su entendimiento; …"Hasta ahora no habéis pedido nada en mi nombre.

Pedid y recibiréis, para que vuestro gozo sea colmado"…Les ha dado a conocer a ellos y al cristiano católico; …Hijo mío con gozo has tuya mi promesa, esfuérzate en vencer malos hábitos o costumbres, tienes mi bondad y todas mis promesas, las que conoces y aun las que no conoces, todas son tuyas, conquístalas, las pongo en tu corazón porque mi amor es para ti y en ello está que por ti mismo te salves …Con la claridad de San Agustín refiriéndose a este apartado explica; …"La falta de este conocimiento es lo que explica, que tantas veces la oración parezca ineficaz pues se pide en nombre de un Cristo desfigurado a quien el Padre no reconoce por su Hijo"…Así lo refiere el Apóstol de los Gentiles; …"Y esta es la confianza que tenemos con Él: que Él nos escucha si pedimos algo conforme a su voluntad"… ¿Y qué es lo que pediremos? Exigencias, ¡No! Caprichos, ¡No! Gustos del mundo ¡No! Poder y bienes, ¡No! Exigencia de salir una enfermedad, ¡No! Lo que se habrá de pedir al Señor es el cumplimiento de su voluntad en nosotros que nos enseñó hacerlo en el Padre nuestro.

La voluntad de Dios es su amor, ya que el quiere todo para nuestro mayor bien. Pide tener confianza, de nuestra parte es comprender que sin fe no hay confianza en Dios.
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