REFLEXIÓN DOMINICAL

Antonio Fernández

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Jesús busca por sí mismo al pecador

…"¿Qué hombre entre vosotros, teniendo cien ovejas, si llega a perder una de ellas, no deja las otras noventa y nueve en el desierto para ir tras la oveja perdida, hasta que la halle?"… (Lc 15, 4)  
domingo, 30 de junio de 2019
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Jesucristo Nuestro Señor predica al pueblo que vino a salvar del pecado y a todos los tiempos; …"Si uno de tus hermanos llega a pecar, repréndelo, y sí se arrepiente, perdónalo" …El ser humano ha pasado por alto la directiva del Señor porque en este siglo se ha favorecido la conducta intransigente de no perdonar al prójimo, concederlo significará al que pudiendo perdonar no lo hace: sería consentir, claudicar o transigir, si el afectado pide perdón se enciende la soberbia e inflama el ego que niega perdonar, el obcecado que no perdona piensa y se dice: …¡Por qué he de perdonar a éste!...El que no perdona conoce la falla cometida y aún así de todas formas no está justificado en negar el perdón, el que no perdona no acepta al que no quiere perdonar, cerrado en su obstinada idea de no perdonar, no reconoce la capacidad que Dios ha dado a todo ser humano a que por sí mismo sea perfectible de sus actos y obras, esto significa que aquel que no se perdona no puede por sí mismo puede superar las imperfecciones en las que ha caído, hay que entender una realidad y no criticarla o echarla al cesto de la basura, su imperfección le da la capacidad de verse a su interior y por sí mismo para corrija sus errores, actitudes, malos hábitos y más, la postura inflexible e imperativa del que se niega perdonar no tiene justificación para negarse perdonar al que ha reparado el daño, lo que muestra contra él es su rencor, resentimiento e inquina.

A la inmensa mayoría de personas es imposible perdonar al prójimo; imposible aceptar que el afectado pueda rehacerse de sus errores, así que pensar en perdonarlo es perder tiempo mejor no hacerlo, mejor es mantener la crítica ruda, dura y agria que dice; … ¿Por qué he de perdonarlo? …Y aparece como rayo la injuria: …No tiene vergüenza de lo que hizo y hace … Pero cuando quien no perdona se llega a ver involucrado en cosas indebidas no pide perdón, exige se le den para no empañar su imagen ya que con él no se vale y si no se le da el perdón protesta encolerizado el derecho a ser perdonado.

Búsquese como sea, esta es una de tantas actitudes que por siglos no se ha corregido, por eso continúa existiendo en las relaciones entre los seres humanos; …Hacer leña del árbol caído … No hay misericordia, bondad, compasión ni piedad.

De esta conducta ególatra del ser humano San Agustín ilustra la forma como el cristiano católico habrá de obrar; …"Te suplican perdón, concédelo.

Te lo suplican y lo suplicarás. Te lo suplican; perdona, como también tú suplicas que se te perdone"…Discernida la palabra misericordiosa del perdón por la que Jesús busca por sí mismo al pecador.

Refiriéndose al bien de perdonar San Agustín lo esclarece con la doctrina del Señor e instruye; …El seno del hombre interior es su conciencia; y este río que mana del seno del hombre interior es la bondad, que lleva a consagrarse al bien del prójimo y a prodigarle los cuidados afectuosos de la caridad bajo todas las formas"… En los diferentes órdenes de la vida humana el que está en posesión de perdonar, ¡No perdona! Severo en su actitud al no perdonar va más allá juzgando al prójimo de ser indigno del perdón, sentencia que corresponde a Dios, porque si esa persona acudió al Señor su ayudará a esforzarse en superarse, reconocer y corregir sus errores pasados e hizo nuevo orden de vida diferente al anterior eso para el soberbio ¡No vale! Y corre rápido la falsa acusación: …Genio y figura hasta la sepultura …Triste la conducta y comportamiento humano donde la enseñanza del divino Maestro está olvidada de los corazones cuando a la pregunta de Pedro; …"Señor, ¿Cuántas veces pecará mi hermano contra mí y le perdonaré? ¿Hasta siete veces? Jesús le dijo: No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete"…El Señor nos enseña siempre a perdonar, por ello entrega generoso su infinita misericordia con la que Dios nos perdona, que el mundo la hace de lado manteniendo el desprecio al prójimo.
Esta pequeña radiografía de la inflexible conducta humana de no perdonar al prójimo, es una parte de toda una parte de la mala conducta y del proceder diario en el comportamiento y costumbre que las personas han hecho un hábito, donde no sólo es no perdonar, es "la maldad de no tender la mano", "el no le digas para que le vaya mal", "calla, no le des a conocer el peligro en que caerá", terribles desviaciones de la moral que pide nuestro Redentor.

¿Qué se pensaría del médico que calla la enfermedad grave de su paciente sólo para sacar más dinero, la cuida porque muriendo terminó de ese infeliz su minita de dinero? Esta es la realidad que se vive en la mayoría de los ámbitos de la sociedad.

De hacer un esfuerzo el ser humano para corregir lo que sólo Dios puede hacer por nosotros si arrepentidos se lo solicitamos nos preguntamos; ¿Por qué las personas se niegan tener piedad y misericordia al prójimo, el desvalido, al niño ultrajado, a la mujer violada, al anciano abandonado? No es equivocada la pregunta es verdadera y real, a no dudar muchos en el mundo se rasgan farisaicamente las vestiduras para aprovechar "la oportunidad de hacer el bien" porque ya vislumbraron los beneficios económicos que se obtendrá, anunciando "su generosidad" por eso el que tiene ese poder sostiene su regla: …nada se da gratis... El materialismo de este siglo absorbe la atención de la mayoría de personas sin considerar, será por poco tiempo lo que apresuradas hoy buscan con tenacidad, esfuerzo y desvelo las cosas materiales que en muchos no pueden disfrutar, gozarlas y deleitarlas para que al final se pierdan o la descendencia la disfrute sin mérito y la dilapide.


Las cosas no quedan ahí, la envidia y el egoísmo de tener lo que en otros ha visto, se convierte en idea fija en la mente, decidiendo, si es necesario para obtener lo que se quiere más actividad laboral de la que hoy tiene, va a otro lugar donde por unos pesos va tras ellos a sabiendas de que son cosas del mundo eso no importa, así se maneja la voluntad humana en esa esclavitud económica que al morir no se llevará nada estuvo entretenido en esa persistente acción de más bienes materiales olvidando la razón y el motivo por el que Dios lo envío al mundo.
La misericordia de Dios es el atributo divino por el que se perdonan los pecados, es el perdón divino perdón que viene de Dios y que de ninguna manera el cristiano católico niega, por el contrario será motivo de lucha diaria ser partícipe de la bondad de Dios, el arrepentirse de corazón y prometerle al Señor evitar volver a caer en pecado obtendrá la gracia de conservar el estado de su alma en orden para con Dios, y para que esto se obtenga, es de fe creer y aceptar que Dios ayuda buscando por si mismo al pecador a salir de la profundidad en que estuvo sumido.

En medio de este siglo la palabra de Cristo Nuestro Señor aflora esperanzadora en las almas confundidas por las cosas y trivialidades del mundo al desplegar sus divinos labios; …"El que de Mí come la carne y de Mí bebe la sangre, en Mí permanece y Yo en Él"…El incrédulo se escandalizará porque carente totalmente de fe no entiende, su pensamiento esta confundido, aunque inteligente no se le concede la gracia para asimilar la palabra del Señor.

Quien ahonde en ella, meditará entre otras muchas cosas que Nuestro Salvador da a conocer en su palabra y según la fe se irá repasando hasta llegar a la razón de su enseñanza.

Pues bien. Para llegar a este punto del deseo del Señor, quede claro, nada puede lograr la persona por sus propias fuerzas, para llegar a la invitación del Señor habrá de discernir que en la parábola de la oveja descarriada y en la dracma perdida nos está diciendo; …Hijo mío, te ofrezco el bien y el don de Mí misericordia para tu salvación, muestra de mi amor …Su misericordioso deseo es la benevolencia, benignidad y comprensión en buscar por sí mismo al pecador, así este mundo revuelto no hay que temerlo, hay que enfrentarlo y vencer las tentaciones y todo atractivo que ofrece para perder no la persona, no el cuerpo, sino el alma.
Vamos a repasar las parábolas generosas que Nuestro Salvador desmenuza profundicemos a encontrar esperanza en su misericordia.

En las parábolas de Cristo Nuestro Señor ubiquemos nuestra memoria, entendimiento y voluntad, palabra, obra y pensamiento en la enseñanza de nuestro Salvador, dijo el Señor; …"De las entrañas de quien cree en Mí, manaran, como dice la Escritura, ríos de agua viva"…Ha dado a conocer a todos los siglos la promesa confirmada de la vida del alma y la resurrección del cuerpo encontramos que nos da a conocer la comunión eucarística.

El hostigamiento del sanedrín era continuo y perseverante lo que da a conocer una vez más al exponer su enseñanza el divino Maestro; …"Todos los publicanos y los pecadores se acercaban a Él para oírlo"… ¡Sí! a juzgar su enseñanza, sentenciar su doctrina y criticar irónicos sus prodigiosos milagros la instrucción del sanedrín era seguir en todas parte a Nuestro Salvador, escucharle y escandalizar de mentira entre el pueblo; …"Mas los escribas y fariseos murmuraban y decían: Este recibe a los pecadores y come con ellos"… Dejando que los comentarios fluyeran para atraer la atención de la muchedumbre que le rodea, reza el Evangelio; …"Entonces les dijo una parábola;"... ¿Qué hombre entre vosotros, teniendo cien ovejas, si llega a perder una de ellas, no deja las otras noventa y nueve en el desierto, para ir tras la oveja perdida hasta que la halle?"… Inician las tres parábolas de la misericordia (La oveja descarriada, la dracma perdida y el Hijo prodigo) En ella Nuestro Señor revela el peculiar atributo del corazón de su amado Padre, el amor y benevolencia con que su preferencia es en favor de los necesitados, de lo que entendemos no son los necesitados de bienes temporales, sino de los espirituales los que carecen bienes del alma, los que carecen de fe, los que carecen por su alejamiento de la ternura amorosa del Señor, estos son los necesitados, el Señor no va en busca de los hombres renombrados o triunfadores en la vida del mundo, desea a los triunfadores de su palabra, de su obra, por los que en su pensamiento conservan la presencia de Jesús en el Sacramentó del Altar.

Jesucristo Nuestro Señor muestra en esta parábola la conducta de cada persona, los que afirmados en su fe han fortalecido su corazón para no perder el lugar ganado al deseo del Señor, se conservan y entre mas frecuencia de vida espiritual más se consolida, en ello quiere fijemos la atención, Él al perder una oveja, deja las otras en lugar seguro del desierto de la vida y va a recuperar la overja descarriada perdida en la inmensidad del mundo que angustiada busca el auxilio porque no quiere seguir perdida y teme morir por eso va el Señor a recuperarla.

Este es el consuelo del cristiano católico como todo el que, hundido en el error del pecado, cuando arrepentido clame al Señor Él estará a su lado a tomarlo y ponerlo sobre sus hombros.

…"Y cuando la hallare, la pone sobre sus hombros, muy gozoso"…
…"Y vuelto a casa, convoca a sus amigos y vecinos, y les dice: Alegraos conmigo, porque hallé mi oveja, la que andaba perdida"… ¿Quién no ha perdido algo en su vida? ¡Todos! Dinero, libros, apuntes, automóviles, imposible enumerar los objetos perdidos, ¡Y como ha sido la alegría que se ha experimentado al encontrar lo que se creyó perdido! Es muchísimo más en el Señor recuperar la oveja descarriada es tanto el gozo en el Señor que lo hace extensivo a sus vecinos, amigos y parientes compartiendo esa alegría con ellos, muestra de su caridad.

Termina Nuestro salvador la parábola; …"Así, os digo, habrá gozo en el cielo, mas por un solo pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no tienen necesidad de convertirse"…Por ello cuando el alma asolada por la vida pecaminosa que se ha vivido busca deseosa el alivio de esos males, y va en busca del Médico de las almas, Nuestro Señor acude a aliviar de esas penas que agobian el corazón angustiado a recuperarla, no sólo es su gozo sino compartido en la gloria eterna.
A fin de dejar debidamente revelada la misericordia infinita de Dios, Cristo Nuestro Señor tomando la costumbre en las mujeres de Israel la parábola que repasándola está comprendido el atributo exclusivo para la salvación.

Y dice…"¿O que mujer que tiene diez dracmas, si llega a perder una sola dracma, no enciende un candil y barre la casa y busca con cuidado, hasta que la halla?" …
La dracma en las mujeres de Israel era de gran valor, pues era la dote para contraer matrimonio, por ello eran celosas en su cuidado, las traían consigo para no perderse y tenerlas listas para cuando la ocasión amerite.

Este celo es el que deberíamos poseer para no perder la dracma del a misericordia de Dios, el celo de cuidar en alejarse de los males del mundo, una caída en momento inoportuno se pierde lo ganado, que es ese momento inesperado: la muerte, después de ello nada puede hacer el pecador por salvarse.

Dice San Gregorio; …"Encendiose la luz y se hizo claridad en las conciencias, y se conocieron los pecados y se barrió la casa por la penitencia.

Es la obra de Dios, de iluminación, contrición, purificación: cuando ello tiene lugar en el alma, se restaura en ella la imagen del Creador, figurada en la dracma"… Ahora bien, Comparemos nuestra vida con la dracma, no por el valor de la dote, somos una moneda que pertenece al Señor por lo tanto aunque no lo veamos tenemos la imagen del rey del cielo y de la tierra, por más que se esfuerce quien no lo quiere, su alma, corazón, vida y cuerpo llevan la imagen de Dios, que la ha impreso en cada uno creado, porque el hombre a imagen y semejanza suya, es el amor del Padre amoroso; …"Y cuando la ha encontrado, convoca a las amigas y las vecinas y les dice: Alégrense conmigo, porque he encontrado la dracma que había perdido" … Como cristianos católicos es llevar el gozo del deber cumplido la imagen de nuestro Rey y Señor en nuestra alma y corazón, el sello del Espíritu Santo es la gracia, es la ley de nuestra existencia y honor como cristiano católico, dice San Pablo; "Conformes a la imagen del Hijo de Dios" …
…"Os digo que la misma alegría reina en presencia de los ángeles de Dios, por un solo pecador que se arrepiente" …Para afirmar nuestra convicción, seguridad y creencia es cuando el Señor nos recupera del camino pedregoso de la vida donde en todo instante al menor descuido podemos tropezar, nos conduce a quien es el camino, la verdad y la vida Cristo Nuestro Señor, los ángeles del cielo sin percibirlo los sentidos del cuerpo, pero si el alma y corazón experimentan el gozo cuando el pecador hace penitencia y es verdadera, dice San Gregorio; …"La verdadera penitencia es llorar los pecados pasados y no cometer otros" …Al superar lo pasado se vuelve a los del presente, el engañado es el pecador, aprender a abstenerse de actos ilícitos, corregirlos en lo poco o lo cometido, teniendo presente en el alma y corazón la gracia de que Jesús busca por sí mismo al pecador.
hefelira@yahoo.com

 

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