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Cd. de México (15 julio 2019).- Tras haberle pedido a cuatro congresistas estadounidenses que volvieran a su país, el Presidente estadounidense, Donald Trump, insistió en sus ataques al acusarlas de racistas y decirles, de nuevo, que deben irse.
El Mandatario se refería a un grupo de legisladoras de la Cámara Baja formado por Alexandria Ocasio-Cortez, Ilhan Omar, Rashida Tlaib y Ayanna Pressley, tres de ellas estadounidenses de nacimiento y la otra ciudadana desde la adolescencia.
Sin embargo, las raíces puertorriqueñas de Ocasio-Cortez, las palestinas de Tlaib y las somalíes de Omar le bastaron a Trump para exigir que las congresistas volvieran a su país, incluso cuando Puerto Rico es parte de Estados Unidos.
"Nunca seremos un país socialista o comunista. ¡SI NO ESTÁN FELICES AQUÍ, PUEDEN IRSE! Es su elección", escribió Trump en Twitter.
"Son radicales izquierdistas, quieren fronteras abiertas, lo que significa drogas, crimen, tráfico de personas y mucho más. ¡Los centros de detención no son campos de concentración!", dijo en referencia a un comentario de la legisladora Ocasio Cortez, que así ha calificado a los lugares donde mantienen detenidos a migrantes.
Su comentario de ayer fue respondido con condenas de un centenar de congresistas demócratas, incluida la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, a pesar de los desencuentros públicos que ha tenido con las congresistas.
En una conferencia de prensa este lunes, al ser cuestionado sobre si le inquieta que supremacistas blancos hayan aplaudido sus tuits, Trump lo negó.
"No me preocupa, porque mucha gente está de acuerdo conmigo", dijo.