0
Votos
Nota Aburrida
Nota Interesante
Explotan migrantes a otros migrantes

Aspecto de migrantes centroamericanos. EFE Archivo
Para algunos migrantes ser dueños de una lavandería en Estados Unidos puede significar un camino a la prosperidad
domingo, 25 de agosto de 2019
Comparte esto en Facebook
Comparte esto en Twitter
Comparte esto en Digg
Enlarge Font
Decrease Font


CD. DE MEXICO
/REFORMA
Para algunos migrantes ser dueños de una lavandería en Estados Unidos puede significar un camino a la prosperidad, pero sus empleados, también migrantes, quedan envueltos en una espiral de bajos salarios, pobres condiciones laborales y aislamiento social.
"Llevo trabajando aquí por 15 años en la misma miseria", dice Ricarda, mexicana de 44 años, y quien prefiere sólo ser identificada con su nombre de pila debido a su estatus migratorio.
Ricarda, madre soltera de dos niños, recibe un salario de 7 dólares la hora -la mitad del salario mínimo de la ciudad para pequeños negocios- mientras trabaja 72 horas a la semana sin recibir beneficios por horas extras.
En una protesta el pasado febrero, Ricarda confrontó a su empleador en el Centro de Lavandería Sunshine Shirt, en Bay Ridge, Brooklyn.
"Cuando fui al hospital, de todas maneras tuve que trabajar", dijo a su jefe.
"Te pedí instalar ventilación y te reíste.

Tu hermano me empujó y me miraba de reojo".
Mientras Ricarda hablaba, dos activistas trataban de traducir lo que ella decía en español a inglés, y luego a chino para comunicárselo a su jefe, Huanxin Chen.
"Y una cosa más", dijo la mexicana después de entregarle un pliego petitorio, "Mi nombres no es Richa.

¡Es Ricarda!".
En Nueva York, poseer una lavadora o secadora es un lujo; de hecho, pocas propiedades cuentan con ello. Por eso, hay una fuerte demanda de servicios de lavandería en la ciudad.

De acuerdo con datos del Departamento de Protección del Consumidor y del Trabajador de la urbe, actualmente operan 4 mil lavanderías con licencia en la ciudad.
Estos negocios ofrecen trabajos que atraen a los migrantes indocumentados, y muchos, de acuerdo con académicos y profesionales de la industria, son mujeres hispanas, como Ricarda.
Al mismo tiempo, y debido a que se tratan de negocios rentables, la industria atrae a muchos migrantes emprendedores también, muchos de los cuales son chinos, como Chen.
"Yo no hablaba buen inglés, y era difícil para mí encontrar trabajo", señaló, quien se mudó a Nueva York con su familia en 2009, y compró la tienda ese mismo año luego de ver un anuncio en un diario local en idioma chino.
Pero las tensiones entre los trabajadores de las lavanderías y sus dueños se han vuelto más visibles debido a que las lavanderas han tomado medidas muy públicas para pelear por sus derechos laborales, liderando protestas e interponiendo demandas en las que reclaman decenas de miles de dólares en salarios atrasados.
Sin embargo, en esta lucha, las victorias pueden ser agridulces.

Los empleadores dicen que han tenido que reducir las horas de trabajo de sus empleados para cumplir con sus demandas de salario mínimo.
Además, al tiempo que los propietarios se encuentran a la defensiva, es sumamente difícil organizar a los trabajadores, pues temen represalias o, pero aún, ser deportados.
"Dicen: 'No tengo opción.

Necesito sobrevivir, pagar la renta. Sé que están abusando de mí, pero si tomo medidas, perderé mi trabajo'", explica Mahoma López, codirectora del Centro de Trabajadores de Lavandería.

 

Opina sobre este artículo

Nombre   Email  
Título
Opinion