Enseña el hábito de hacer la tarea

Agencia/Reforma
Incluso con espacios de trabajo adecuados y útiles a la mano, muchos estudiantes aún sufren con las tareas escolares y el estudio en casa.
Su estrés aumenta por postergar la actividad, sentirse abrumados e incapaces de comprender y retener información.
Como papá o mamá puedes ayudar a tus hijos a desarrollar hábitos eficaces para las tareas y que no necesiten tanta orientación a medida que crezcan.
REDUCE DISTRACCIONES
Muchos estudiantes terminan de leer una oración y luego actualizan su Instagram.
Se le llama procrastinar: retrasar actividades prioritarias sustituyéndolas por otras irrelevantes o agradables.
Lo ideal es que los teléfonos celulares de los niños no estén cerca durante la hora de hacer la tarea, o deben desactivar o silenciar las aplicaciones y las funciones de mensajes en el móvil y laptop, mientras realizan la actividad escolar.
Establece un espacio de tecnología familiar donde se coloquen los celulares y laptops cuando no estén en uso.

Y demuestra estos límites, dejando también ahí tus propios dispositivos.
ENSEÑA A PLANEAR
Es útil que demuestres tu proceso de planeación para que tus hijos vean -y aprendan- cómo organizas tus labores.
Intenta permitirles participar en el proceso cuando realices tus actividades, te preparas para un viaje o completas un proyecto de trabajo.
Luego aprovecha algún tiempo establecido (los domingos tienden a funcionar mejor) para planear la siguiente semana.
DIVIDIR ACTIVIDAD
Como alumnos, tus hijos deben dividir las tareas grandes en partes más manejables y, luego, seguir un plan hasta la fecha de entrega, registrando en un calendario lo que necesitarán hacer para completar cada tarea importante y sus componentes.
Esto podría significar leer un libro para el martes a fin de escribir un reporte sobre el texto el miércoles.

O podría ser terminar la investigación para un proyecto científico con tiempo suficiente para hacer un cartel atractivo para exhibirlo en la feria de ciencias.
PRIMERO LO DIFÍCIL
El instinto de la mayoría de los niños será completar primero lo divertido y las cosas fáciles de hacer, pero se debe empezar con la tarea más difícil.

De lo contrario, será más tarde, cuando sin energía, comiencen a tratar de delinear el trabajo final.
Anímalos a hacer la tarea más desafiante primero; les permitirá dedicar atención y energía a los deberes escolares más exigentes, luego pueden realizar sin esfuerzo las tareas fáciles.
ESTUDIAR POR SECCIONES
Cuando los chicos se enfrentan a enormes cantidades de material para estudiar, puede resultar abrumador y difícil de aprender.
Sugiéreles que lo dividan en una serie de partes con base en el número de temas y el número de días que tienen para estudiar.
Por ejemplo, los alumnos podrían dividir una guía de estudio para un examen de historia en secciones del 1 al 3.
El primer día debe de ser para estudiar la sección 1. El segundo día, la sección 2. El tercer día, revisar las secciones 1 y 2, antes de avanzar a la sección 3 al día siguiente.
De esta manera, para cuando los estudiantes lleguen a la sección 3, no habrán olvidado lo que aprendieron en la primera sección.
APOYOS GRÁFICOS
Algunos estudiantes pueden sintetizar mejor la información creando tablas y otros organizadores gráficos.
En lugar de sentirse abrumados escribiendo varios párrafos con información importante sobre cómo funciona una célula, por ejemplo, los alumnos podrían presentar los mismos datos en una forma optimizada con una tabla.
Otros estudiantes prefieren narrativas que vinculen ideas con su contexto.

La mayoría de los estudiantes avanza cuando ambos enfoques son usados de manera simultánea.
GUÍA DE ESTUDIO
Sí, quizá suene anticuado, pero escribir a mano la información ayuda a entender mejor el contenido, más que tecleándola.
Si escribir el material a mano resulta demasiado pesado, los niños deberían de todos modos crear su propia guía de estudio de manera digital, en lugar de pedirla prestada a un amigo.

El trabajo de crear la guía de estudio es un paso crucial para asimilar su contenido.
A la mayoría de los estudiantes les beneficia que les hagan preguntas orales sobre el material a fin de determinar tanto la información que se saben de pe a pa, como lo que aún necesitan repasar.
La mejor forma de saber que el tiempo de estudio ha terminado es cuando el alumno demuestra control verbal y escrito de la información.