Checo Pérez en su auto. EFE Archivo

SINGAPUR

/REFORMA

A pesar de quedarse con las manos vacías, el piloto de Racing Point Sergio Pérez se mostró tranquilo ante el abandono que protagonizó en el Gran Premio de Singapur, al ser por factores ajenos a su buen manejo de hoy en Marina Bay.

"Desafortunadamente el motor tuvo un problema con el aceite, estaba tirando aceite, entonces el equipo me pidió que parara el auto, además tenía un problema ya con la dirección, era súper demandante en la carrera, todo el fin de semana lo tuve con las curvas a la izquierda, era muy pesado el volante y ya en la carrera era durísimo, cada vuelta era muy demandante para mi", explicó Checo al final.

Hasta antes del abandono en la vuelta 44 por la orden por radio, el mexicano llegó a circular varios giros en la posición 10 dentro de los puntos, después de haber partido en el lugar 15 de la parrilla.

Sin embargo, Checo reconoció que el inicio de la competencia no fue sencillo, no sólo por la estrategia de ser los primeros en parar en pits para cambiar llantas, sino por los riesgos que debió enfrentar en la arrancada.

"Tuvimos una arrancada que nos compromete mucho. (Daniil) Kvyat me pone casi fuera de la pista, entonces tuve que soltar el acelerador, pierdo ahí la posición con Lance (Stroll), no fue la vuelta uno que esperaba, pero después empezamos a recuperar bastante los neumáticos y tener paciencia", recordó Checo.

"Luego de repente sin previo aviso, me llamaron a pits bastante temprano, teníamos miedo de que nos hiciera el undercut Kvyat y paramos mucho más antes de lo esperado, luego hicimos muchos undercuts y todo parecía ir muy bien hasta que vino la falla del motor".

Aunque la escudería Racing Point no sumó unidades ya que Stroll terminó en la posición 13, ahora deberán esperar sólo cinco días para reanudar la actividad la próxima semana, con el Gran Premio de Rusia.

"Lo bueno es que ya seguimos, tenemos buen potencial para ser optimistas en la carrera que viene", dijo el tapatío.