Por primera vez en sus 23 años, Steve Albo pudo ver las flores moradas que nunca había podido admirar a causa del daltonismo.
La manera en que el estudiante de la UDEM había percibido los colores durante toda su vida cambió ayer, en el momento en que puso sobre sus ojos unos lentes especiales para este trastorno de la visión.

Los lentes se los dio de sorpresa la universidad.
"En el momento en que vi la caja yo ya sabía qué era", expresó con emoción Albo, después de haber experimentado el cambio.

"Ya estaba un poco nervioso, ya incluso estaba temblando de la emoción de que iba a ver el morado".
Las personas que padecen daltonismo presentan un problema en la visión que les provoca dificultad para distinguir los colores rojo, verde o amarillo.

Desde que era niño, Albo siempre batalló para ver el rojo y por lo tanto, jamás había visto el morado.
"Siempre lo estaba confundiendo con el azul.

Fue algo que siempre me causó dificultad, pero verlo por primera vez fue algo increíble, en especial en las flores", compartió el joven, quien estudia Ingeniería en Tecnologías Computacionales.
Aunque el daltonismo es un mal genético que se estima afecta a uno de cada 10 hombres (en mujeres es menos frecuente), los anteojos como los de Albo cuestan unos 6 mil pesos y en caso de requerir alguna graduación, el precio se puede elevar a 10 mil.
Marta del Río e Irvin Cruz son profesores de la ingeniería que estudia Albo y como en sus materias los colores son muy importantes, se han podido dar cuenta que al menos un estudiante de cada salón padece algún tipo de daltonismo.
"Para ellos (la materia de) electrónica básica fue mucho problema porque las resistencias están por colores, entonces quemaban los circuitos", señaló Del Río.
Las gafas que el estudiante recibió servirán para realizar una investigación que permitiría conocer más sobre el padecimiento y desarrollar herramientas que podrían facilitar la vida a las personas que viven con daltonismo.
"Sería buena idea desarrollar un software que también ayude a las personas con daltonismo sin necesidad de usar los lentes", dijo Cruz, "ver cómo funcionan los lentes, estudiarlos y en base a esa información que saquemos, desarrollar (un) software.