En la Oponión

Pbro. Miqueas Cantú Mtz

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Fidelidad, fidelizar y nunca infidelidad

* Bebe el agua de tu misma cisterna y los raudales de tu propio pozo. Proverbios 5:15.
domingo, 6 de octubre de 2019
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Entre la violenta promoción en los medios de entretenimiento para vivir en infidelidad, entre los efectos y las consecuencias ocultas, entre la vida secreta llena de insatisfacción, se levanta como un rayo de luz la advertencia de un padre a su hijo: Bebe el agua de tu misma cisterna.
Según el diccionario General de la Lengua Española Vox, fidelidad es firmeza y constancia en los afectos, ideas y obligaciones, y en el cumplimiento de los compromisos establecidos.

Según esta definición la fidelidad demanda firmeza y constancia. Firmeza ante las presiones y tentaciones; constancia en acciones que construyen relaciones.

Pero ¿habrá algo bueno en la fidelidad? El principio bíblico nos afirma que vale la pena ser fiel. Fiel en todos los compromisos establecidos, fiel como un estilo de vida, fiel a la esposa, a los hijos, a la familia, al trabajo, a los ideales de alguna institución y la que trae mejores resultados, fiel a Dios.
Al parecer la fidelidad está fuera de moda, pero esta, todavía tiene efectos positivos para el que la practica.

El proverbio nos indica que la fidelidad es una fuente de agua que sacia, satisface a través de la acción interna. Tu propio pozo… indica tu compromiso, matrimonial, familiar o laboral, ahí está la clave para la plenitud; cancela la intención de buscar afuera lo que se tiene adentro, de buscar cambiar lo que se usa.

En la antigüedad cada casa tenía su propio pozo de agua, era ilógico pensar que se buscara agua en otra casa cuando en la propia se tenía el valioso líquido.

La figura retórica nos indica que la fidelidad es un acto lógico de satisfacción en tu propio compromiso.
Se dice que en estos últimos tiempos la inconstancia es una característica de las nuevas generaciones, por la constante gratificación de placer que se tiene en la televisión o en redes sociales aunado al aumento del hedonismo.

El Dr. Alfonso López Quintás, catedrático emérito de Filosofía, explica que la fidelidad y el aguante no es lo mismo, aguantar es resistir el peso de algo; la fidelidad es algo más complejo, es crear en cada momento de la vida lo que uno, un día, prometió crear.

Y afirma: para cumplir la promesa de crear un hogar con una persona se requiere capacidad de ser fiel a lo prometido aunque cambien las circunstancias y a pesar que florezcan sentimientos de cambio.

La fidelidad se construye en el día a día, en el ganar batallas a la inconstancia, en el cumplir objetivos, tareas y promesas. Se construye en el disfrutar compromisos.
La fidelidad acarrea buenos resultados.

Para esto la fidelidad es un valor que se necesita promover. ¿Cómo podemos promover la fidelidad? Con la acción de fidelizar. El significado de fidelizar es conseguir la fidelidad por medio de un buen trato.

Los fieles deben de hablar. El que ha sido fiel a su esposa o esposo, a sus hijos, a su familia, a si mismo; todos ellos con su ejemplo ejercen la acción de fidelizar.

Hoy se escucha más la voz de un infiel que un fiel. Pero el fiel es más feliz, eso es seguro.
Sigamos el consejo del proverbio, bebe de tu misma cisterna.

Rechacemos la infidelidad en todas las áreas de la vida y aprendamos a ser firmes y constantes en todo.

 

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