0
Votos
Nota Aburrida
Nota Interesante
T-MEC, buena noticia para México.- Monreal

Monreal aseguró que los cambios al T-MEC son una buena noticia para México. Foto: Israel Rosas
Contará con un sistema de controversias más eficiente y transparente que dará certidumbre al comercio y a las inversiones regionales
miércoles, 11 de diciembre de 2019
Comparte esto en Facebook
Comparte esto en Twitter
Comparte esto en Digg
Enlarge Font
Decrease Font

CD. DE MEXICO

/REFORMA

De acuerdo con un análisis elaborado por la Junta de Coordinación Política del Senado, los nuevos términos del T-MEC favorecen la competitividad de México y fortalecen la soberanía nacional.

A juicio del titular de ese órgano, el morenista Ricardo Monreal, hay "buenas noticias" para México que ahora, anunció, contará con un sistema de controversias más eficiente y transparente que dará certidumbre al comercio y a las inversiones regionales.

"Podemos concluir que los ajustes hechos al T-MEC a lo largo de este arduo periodo de renegociación, en el que el equipo negociador mexicano desplegó un esfuerzo extraordinario, han permitido mejorar el Tratado, que hoy el T-MEC es más justo y equitativo, que la competitividad de México se ha fortalecido y su soberanía se ha resguardado", sostuvo el legislador.

"Son buenas noticias para México el que contaremos con un sistema de solución de controversias más eficiente y transparente que dará certidumbre al comercio y a las inversiones regionales; el que las faltas a los compromisos laborales y ambientales deberán ser 'sostenidas y recurrentes' antes de meritar alguna sanción y el que se descarte, como medida de primera instancia, el bloqueo a productos nacionales".

Monreal aseguró que la flexibilidad en los periodos de protección de datos de medicamentos agilizará la entrada de genéricos al mercado y contribuirá a bajar su precio.

El coordinador de la bancada morenista reveló en el documento que durante la negociación, la preocupación principal de los demócratas en la Cámara de Representantes de Estados Unidos siempre fue el 'enforcement', término que refiere a cómo asegurar la implementación y cumplimiento por parte de México o, en una traducción más literal, forzar el cumplimiento por parte de México, de los compromisos laborales.

En materia laboral, de acuerdo a Monreal, los negociadores estadounidenses buscaban la certificación de todos los productos mexicanos en la frontera, tanto de aquellos producidos en instalaciones sindicalizadas como no sindicalizadas, para asegurar su cumplimiento con las nuevas disposiciones laborales de México, así como el despliegue de verificadores transfronterizos para atender en territorio nacional demandas laborales procedentes de Estados Unidos.

Pero, aclaró, ambas propuestas fueron "tajantemente" rechazadas por los negociadores mexicanos, y en contrapartida, propusieron fortalecer el sistema de solución de controversias para poder atender demandas laborales y de cualquier otro sector.

Desde que se negoció el TLCAN, en 1993, México y Canadá intentaron establecer el sistema de paneles de jurisdicción regional para la solución de disputas comerciales, pero no lograron que los estadounidenses lo aceptaran excepto para demandas por dumping.

En el actual proceso de renegociación, explicó Monreal, México logró que se corrigiera el sistema de solución de controversias con la instalación de paneles binacionales integrados por jueces de los tres países para atender demandas no solo laborales sino de todos los demás sectores.

"Para disputas relacionadas con democracia laboral, como por ejemplo elección de sindicatos y aprobación de contratos colectivos, se instituyó el Mecanismo de Respuesta Rápida (MRR).

El MRR se activa tras una denuncia y contempla 85 días para que el país corrija la falta que se le imputa, de no ser así, se establece un panel binacional que permite equilibrios y controles compartidos".

En el caso de faltas a votaciones laborales, México no aceptó que Estados Unidos pueda bloquear las exportaciones mexicanas. "La contrapropuesta que hizo México fue que, en caso de una primera y hasta de una segunda violación, no se bloquearían las exportaciones de la empresa.

Su penalidad consistiría en perder los beneficios que otorga el tratado o en pagar un arancel. Sólo en caso de una tercera violación se podría imponer un bloqueo a sus productos".

Para faltas relacionadas con derechos laborales --por ejemplo, trabajo forzado o discriminación--, o para faltas ambientales, se acordó que los paneles se instalarían solo si las faltas fueran sostenidas o recurrentes.

Monreal aseguró que los cambios en las reglas de origen para el acero abren la oportunidad para desarrollar una industria siderúrgica nacional competitiva a nivel internacional.

"Representantes de la industria mexicana del acero estimaron que necesitaban un mínimo de 10 años para hacer la transición. Luego de extensas consultas, los negociadores mexicanos propusieron una transición de 7 años que fue aceptada por los negociadores de Estados Unidos", indicó.

En cuanto al aluminio, reconoció Monreal, se presentaron circunstancias más complejas. "México no podría comprometerse a fabricar aluminio en las próximas décadas.

Afortunadamente imperó la cordura y se desecharon los cambios a la Regla de Origen para aluminio en autos y camiones. El compromiso es que se revisará nuevamente en 10 años".

 

Opina sobre este artículo

Nombre   Email  
Título
Opinion

Otras Noticias