AUSTRALIA
/ REFORMA
Cerca de 500 millones de animales han muerto en Australia debido a los incendios forestales que sufre el país desde septiembre, según una investigación de la Universidad de Sidney.
La indagación, dirigida por Chris Dickman, señaló que muchos de los aproximadamente 480 millones de mamíferos, aves y reptiles afectados habrían muerto directamente por los incendios o indirectamente por la pérdida de hábitat.
"Investigaciones previas indican que en áreas severamente quemadas, la falta de refugio, la falta de alimentos y el paso de depredadores invasores (zorros rojos y gatos salvajes) resulta en una reducción drástica pero indirecta del número de animales", dijo Dickman el viernes.
La cifra no incluye a insectos, murciélagos ni a ranas, y sólo contempla a animales que murieron en la zona en que se concentran los incendios (sureste de Australia).
Los koalas se han visto particularmente afectados, según la Ministra de Medio Ambiente, Sussan Ley, quien dijo en la radio local que hasta 30 por ciento de la población en la costa norte central de Nueva Gales del Sur podría haber muerto.
Dickman destacó además que los datos son sólo una estimación conservadora y rudimentaria, por lo que la cifra real podría ser mucho mayor.
Alertó que en los próximos días podría aumentar el número de muertes, tanto por los incendios como porque los animales que estarían muriendo de hambre.
Imágenes inquietantes de animales nativos australianos heridos o muertos, incluidos koalas y canguros, han inundado las redes sociales a medida que los incendios forestales arrasan el sureste de Australia, destruyendo vastas extensiones de tierra y hogares.
Hasta el momento, los fuegos han arrasado más de cinco millones de hectáreas, han cobrado la vida de al menos 20 personas y ocasionado la destrucción de más de mil casas.
El número de muertes humanas desde que comenzó la temporada de incendios hace meses en el hemisferio sur es de 20. En tanto, las autoridades de Australia instaron el viernes a los residentes a evacuar partes de los estados orientales de Victoria y Nueva Gales del Sur para escapar de los incendios forestales, que podrían descontrolarse durante este fin de semana.