Yemeníes inspeccionan una casa destruida por aviones en Saná, Yemen. EFE/Archivo

AGENCIA / EFE

El Gobierno yemení reconocido internacionalmente confirmó este domingo el fallecimiento de más de un centenar de efectivos de su Ejército en un ataque perpetrado anoche por los rebeldes hutíes cuando los militares rezaban en una mezquita de la provincia de Marib, en el norte del país.

En un mensaje difundido en la cuenta oficial de su departamento en Twitter, el Ministro de Exteriores yemení, Mohamed al Hadhrami, informó de que más de cien soldados de la Cuarta Brigada de la Guardia Presidencial y otros unidades perdieron la vida en la acción, mientras que decenas más resultaron heridos.

El titular atribuyó el ataque con misiles a los hutíes, quienes habrían apuntado contra una mezquita ubicada en un campamento militar de la Cuarta Brigada en Marib cuando los efectivos se encontraban rezando en su interior.

Hadhrami acusó terrorismo por haberse producido en un lugar de culto y en demostración de que los rebeldes carecen de intenciones de participar en un proceso de paz y parar el derramamiento de sangre yemení.

Marib es una ciudad petrolera controlada por las fuerzas leales al Ejecutivo reconocido internacionalmente y cuenta con presencia de las tropas de la coalición árabe liderada por Arabia Saudí, que interviene en el Yemen desde marzo de 2015 contra los rebeldes y en favor del Gobierno.

En diciembre de 2018, los dos bandos yemeníes lograron un acuerdo en Estocolmo con la mediación de la ONU, visto como un punto de partida para poner fin al conflicto, pero ha sido reiteradamente vulnerado y su implementación hasta ahora ha sido muy complicada.

Yemen es escenario de la mayor catástrofe humanitaria del planeta, según Naciones Unidas, que ha advertido que al menos tres cuartas partes de los 30 millones de habitantes del país necesitan ayuda humanitaria para satisfacer sus necesidades básicas.