REFLEXIÓN DOMINICAL

Antonio Fernández

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Elogía Jesucristo la fe del Centurión

…” Pero el Centurión replico diciendo: Señor, yo no soy digno de que entres bajo mi techo, más solamente dilo con una palabra y quedará sano mi siervo” … (Mt 8, 8)
domingo, 26 de enero de 2020
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Toda causa buena o mala tiene un principio y un fin, más para llegar a la razón de su realización, y sea un principio tuvo un motivo que le dio origen, siendo bueno en aquel que pasando por el camino fangoso de la vida no le es difícil cuando lo que espera lo busca con sencillez, respeto y caridad, aun así, entre una y otra causa tropezará, porque a ese principio le falta el punto clave para que la disposición del alma fructifique, porque le falta el medio que le dará por decir la energía para superar y dominar, frenar y reprimir los obstáculos que como piedras en el camino son punto de tropiezo, se empeñara sola esa persona todo de su parte para levantarse y emprender lo que necesita espiritual o temporal, pero al buscarlo va a tropezar pudiendo no levantarse dado que le falta el principio esencial que es la fe en Jesucristo Nuestro Señor, falta que va a significar en la existencia del pecador la preferencia y conformidad con su doctrina medio por el que aceptará su divinidad de Hijo de Dios, creer y hacer propias las verdades que Dios ha revelado por intermedio de su Hijo el Amado, objeto de sus complacencias es la verdad misma.

Apreciando reconocer y aceptar que la sensibilidad de Dios es celosa en extremo cuando percibe en el alma y su corazón la pureza de intención en la fe, Dios Nuestro Señor lo conoce en el acto y sin esperar a más profundiza su divina mirada conmovido de esa oveja perdida porque ella misma ha obrado su arrepentimiento sinceramente conmoviendo las entrañas del Señor como reza el Santo Evangelio; …” Alegraos conmigo, porque hallé mi oveja , la que andaba perdida “ …Este es el gozo del Señor quien premiará la oración de esa fe elevando el alma a una conversación privilegiada entre su Sagrado Corazón y el del alma arrepentida a la que concede mientras sea perseverante su gloriosa conversación, y los bienes que por la oración recibe conforme el cristiano católico al interior de su corazón hecha fuera de sí las cosas del mundo, es cuando el obrar del alma arrepentida imita la oración del leproso del Evangelio; …” Señor, si Tú quieres, puedes limpiarme y Él tendiendo su mano, lo tocó y le dijo: Quiero queda limpio “ … Y para ahondar en la causa mala del principio, es muy importante no olvidar que en nuestro peregrinar por el mundo es no dejar de caminar la vereda que conduce por la montaña al ascender mirando a la cúspide espera Cristo en la Cruz al final de la vida terrena, a ese momento quien no lucho y dejo atada su alma al pecado sin esforzarse en despertar la fe, será la pregunta no solo para él sino a todos los que pasamos por el mundo ¿Cómo será nuestro final en los últimos suspiros agitados de la vida? Mejor componer la vida hoy que es tiempo de la misericordia de Dios y evitar un infeliz final.
De la palabra del leproso aprender su oración limpia, suplicante y fervorosa, el Señor conoce en las almas lo que guarda en lo más escondido de su corazón, descubre lo que el pecador ha olvidado por los años; descubre el por qué ese pecado no ha sido expulsado; porque el temor impide el arrepentimiento y el Sacramento de la Confesión; porque esos pecados se han anquilosado en este pecador, ese olvido y las consecuencias agobiantes que vive tienen su origen desde el día que abandonó la fe en Cristo Nuestro Señor, a partir de ese día fue caída tras caída, coraje tras coraje blasfemias colera y más sin resolver agravando su alma y su cuerpo porque en la conciencia, mente y pensamientos e impulsos ese pecador vive agobiado no solo por la enfermedad del cuerpo deduce que la enfermedad más grave es la del alma, creyendo en la omnipotencia de Dios es pedir, suplicar e insistir con fe a Jesucristo Nuestro Señor y escuchar su palabra misericordiosa; …” Yo os digo: Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, golpead y se os abrirá “ …Es creer contra toda apariencia de dificultad y esperar el favor, pero no habrá tal obra del Señor cuando esa fe no ha movido el corazón a vivir en él la obra de Jesucristo Nuestro Señor, quien viviendo en esa convicción reconoce que sus tribulaciones surgieron a consecuencia de sus pecados es buen camino, pero cuando no se reconoce y se pasa por alto se pide sin venir a la memoria la causa que origino el estado grave en que tiene abstraída el alma, menos va aflorar del corazón la fe reprimida, es cuando la impaciencia provoca el desequilibrio emocional y saltando la ira y el coraje al no poder superar la crisis que lo envuelve, confundida la mente con pensamientos perniciosos se cae en otro error, creyendo que blasfemando contra su Creador lo atemorizará y resolverá sus males ¡Vaya mente incongruente! No será así, la ignominia satánica afianza en su corazón más la desesperación que el incrédulo iracundo exclama: … ¡Dios no me escucha! ¡Dios no ama! ¡Dios me rechaza! ¡Dios no existe! … Dios Nuestro Señor ha escuchado, escucha y escuchará a cada una de las almas por Él creadas, ama al hijo perdido y al hijo que está bajo su amparo, jamás los rechaza son hijos creados a imagen y semejanza suya; en cada una Dios está presente, como está en el cielo, la tierra y todo lugar del universo y los infiernos; la tierra es la perfección de su obra por lo que debiéramos rendir obediencia a su providencial cumulo de bienes que sin percibir a diario entrega, y todavía más, el cuerpo que llevamos por todas partes es obra de la perfección divina, todo esto se pasa por alto debido a la nula fe en Cristo Nuestro Señor, por eso el agobio es desesperado, cuando se busca la solución del cuerpo y no del alma somos desagradecidos con Dios Nuestro Señor al no darnos por enterados que la situación se agrava en el que sufre y padece, aun así continua el pecador sordo a creer que Dios siempre está al lado de él viéndole sin venir en esté pecador a su memoria otra cosa que resolver la necesidad física, económica, personal o de poder según el problema que vive, por ello, la fe viva es la fe incuestionable en Cristo Nuestro Señor, cuando la fe no existe se obra por impulso, se duda y se dice…para resolver el problema eso de la fe no sirve, apegarse a ella es sumirse mas en el problema…Cierto, es complicado tener fe y apegarse a ella para quien carece de amor a Dios, por ello el que padece sufre angustias, penas y dolores porque no da oportunidad a reflexionar su situación con relación a la fe, a la sinceridad del arrepentimiento de aceptar que el Señor está a su lado a depositar el cumulo de bienes como cuando se acercó al leproso, dará la misma respuesta a ese pecador; …”Quiero queda limpio “ … El leproso gozoso reconoce el bien recibido, su corazón conmovido palpita por el bien recibido y da gracias al Señor por la curación de la lepra del alma, así obra la fe y confianza en el Señor, el leproso espero de Él; …”Y al punto fue sanado de su lepra “…
La fe cumple el objetivo de arraigarse en el alma para amar y servir a Dios Creador de ella, haciendo suya la gracia dice Santo Tomás;…”El Don de la gracia excede a todos los dones que una criatura puede recibir”…Por eso, la gracia siendo Don de Dios, eleva el alma a conservar por las buenas obras la presencia del Señor en ella, y con empeño conservarla mientras se tenga vida y su corazón morada del Señor, el alma que lo ha logrado puede haber llegado al culmen de la fe y de la gracia, en ella la vista de Dios se complace y elogia, no apartando su mirada de ella obra como la gallina que con sus alas protege a sus polluelos.

Evitar la tentación es ganar este don, tampoco sentirse menospreciado o despreciado por Dios al no estar en el nivel de espiritualidad que el Señor espera, es ganarlo y conservarlo, muchas almas desde años se han mantenido en este estado sin hacer alarde de su vida íntima en el Señor, otras se han elevado del estercolero que padecían, y ahora brilla en ellas la limpieza de su alma, eso quiere decir que la pregunta; ¿Podré llegar a mi salvación? ¡Claro que sí! Mas para llegar primero es la fe en Dios como virtud primordial cultivarla, de otra forma se caerá en la actitud conformista del incrédulo y apático o en la dejadez e indolencia de la gente del mundo; ”Yo, como soy malo” “Jamás llegare a ser como ellos” otro dirá; “Yo soy del mundo, en este se vive la constante maldad y peleo por mis intereses en el que estoy inmerso” otro piensa “Creo que no obtendré la gracia, y menos poder conservarla” Muchas las interrogantes a justificar posturas falsas porque no son razones verdaderas o de peso para decidirse a obtener la gracia, lo primero es tener fe en Dios no poner como justificación injustificable las cosas del mundo, esas se tienen que vencer por la fe como lo enseña Cristo Nuestro Señor; …” Quien no está conmigo, está contra Mí “…La fe es determinante: … ¡Se tiene o no se tiene! …Sin ella nada es posible a la salvación del alma; sin ella todo camino para llegar a Dios, queda trunco y sin efecto; sin ella se caminará en mares borrascosos que solo la fe en Dios será la mano providencial para evitar el hundimiento; la fe en Cristo esclarece dudas; la fe en su Santísima Trinidad ilumina el camino de la vida a la salvación.

Enseña Santo Tomás que la fe es la gracia; …” Cada acto de amor hecho por esas almas (En gracia) merece la vida eterna “…
Jesucristo Nuestro Señor vino a salvar las almas del pecado, pero cuando la fe se desmorona lentamente y poco a poco se va demoliendo en el alma y corazón de las personas que podrían arraigar en su corazón la fe en Cristo Nuestro Señor, es ¡No! en los corazones de muchos en cada generación que pasa por el mundo, haciendo realidad la profética palabra de Cristo Nuestro Señor; …” Pero el Hijo del hombre, cuando vuelva (Segunda venida) ¿Hallará por ventura fe sobre la tierra? “…Obliga al cristiano católico y la humanidad a una meditación no superficial sino profunda del alma.


…” Cuando hubo entrado en Cafarnaúm, se le aproximo un Centurión y le suplicó” …Este Centurión es un hombre de guerra romano al mando de una centuria (100) soldados romanos, está a las órdenes de Herodes Antipas, tetrarca de la Galilea para las cosas de la tetrarquía, pero como jefe su autoridad es Roma por lo que seguía la instrucción que venía de la capital del Imperio teniendo Legiones estacionadas de fijo en Israel establece el dominio imperial.

No es de dudar que de alguna forma el centurión se enteraba cuando la gente habla de Jesús, poco a poco fue cautivando su palabra que guardo, siendo para él seguir en su vida diaria su doctrina y mandamientos que conocía de Jesucristo Nuestro Señor y en lo íntimo la acepto, conforme conocía sus prodigiosos milagros reconoció su divinidad y a no dudar se dirigía a Él en sus pensamientos, asistía a la sinagoga no porque fuera judío sino porque ahí podía escuchar a la gente hablar de Dios, sin entender bien las cosas creyó que los sacerdotes del templo eran hombres como Jesús, pues dice San Lucas, los ancianos presumían del Centurión por haber construido el templo de la ciudad, de todas formas es un hombre al que los judíos temen por su poder militar y saben que de recibir órdenes en su contra el obedecerá a sus superiores.

El centurión se acerca al Señor con docilidad, escribe San Mateo; …” Señor, mi criado está en casa, postrado, paralitico, y sufre terriblemente” …Reconoce como su Señor a Jesucristo Nuestro Señor al que solicita un bien que no es para él, sino para su siervo, muestra el espíritu de caridad del Centurión que no era muy propio entre los militares romanos, y más hacia su servidumbre.

La humildad del centurión en su solicitud nos lleva a situaciones donde los patrones maltratan a los empleados, no los protegen, y hasta les quitan lo poco que les dan, o de plano nada les dan aunque ese siervo tenga causa, motivo y razón de recibir una justa paga y apoyo de su superior como este Centurión, se le roba por lo que se debería imitar al ir en favor de la persona de que se sirve y no esquivar la ayuda cuando la necesita, muchos que no son caritativos como el Centurión gobernados por la codicia no solo del dinero, sino de negar y criticar la caridad.

Jesucristo Nuestro Señor ha encontrado algo muy especial en este hombre y al instante se dispone a él; …” Y Él (Jesús) le dijo; Yo iré y lo sanaré” …
El corazón del Centurión conmovido por la disposición del Señor, se humilla y se somete, se achica y se mortifica movido por la fe que guarda de Él, dice el evangelista; …” Pero el Centurión replico diciendo: Señor, yo no soy digno de que entres bajo mi techo, más solamente dilo con una palabra y quedará sano mi criado”…A la fe del Centurión que Jesús ha descubierto le da más para que se encienda con pasión su sentimiento de amor manifestó a Él su divinidad y se dirige a su corazón;…Crees en Mí que soy Dios, he aquí que quedará en tu corazón grabada mi naturaleza divina puesto que te la has ganado…Oculto el Señor a los mortales se descubre por su gran fe al Centurión sin saberlo era en él la gracia merecida, de este hecho que vivió Cristo Nuestro Señor, los cristianos católicos de los siglos mucho hay que aprender del Centurión: su fe limpia y sincera será en cada uno aquello que cuando Dios da, da a manos llenas, las palabras de fe de este Centurión romano inspira a nuestra Santa Madre Iglesia que las instituyo en la Santa Misa así en la comunión del Sacerdote y al recibir el cristiano católico el cuerpo, sangre, alma y divinidad de Nuestro Señor Jesucristo en la Sagrada Comunión, se pronuncia las palabras del Centurión; …” Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa; más di una sola palabra y mi alma sanará “…En verdad Honor y Gloria para un hombre de Guerra, su fe lo llevó a un triunfo espiritual que jamás imagino, superior a todas las victorias con sus hombres había logrado, donde el reconocimiento de sus superiores quedo minimizado con en el reconocimiento Eterno de Jesucristo Nuestro Señor.

Y para confirmar su fe dijo al Señor; …” Porque también yo, que soy un subordinado, tengo soldados a mis órdenes, y digo a éste: Ve y él va; a aquel: Ven, y viene; y a mí criado: haz esto, y lo hace” …Ha dicho el Centurión a Jesús; … Yo me reconozco subordinado, tengo jefes que me mandan y obedezco, eso mismo hago con los míos, no los sigo para confirmar si cumplen mis ordenes, mando y ellos obedecen, nuestro estatuto es obedecer; Tu Señor que eres Dios, dueño y soberano del mundo, puedes desde aquí decir que mi siervo se alivie y la enfermedad se someterá a tu voluntad… Ante las palabras del Centurión Jesús ve en su corazón la fe que busca por eso lo elogia es evidente el gozo que vivió el Hijo de Dios y en los cielos el beneplácito de una alma que no siendo de su pueblo reconoce plenamente la divinidad de su Creador hecho hombre, dice el evangelista;…” Jesús se admiró al oírlo, y dijo a los que lo seguían: En verdad, os digo, en ninguno de Israel he hallado tanta fe”…Al tiempo, Santiago Apóstol, de un pincelazo muestra la fe del Centurión;…”La fe sin las obras es muerta”…Interroga; ¡Di la verdad y muestra que puedes tener fe y obras! Y el elogio de Jesucristo Nuestro Señor al Centurión también será para ti.
hefelira@yahoo.com.

 

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