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Cree Loughlin que fiscalía ocultó prueba

Según una nueva declaración, Loughlin y su esposo creían que su dinero era un donativo para la universidad. Foto: archivo
Lori Loughlin y su esposo, Mossimo Gianulli, aseguraron que fiscales federales ocultaron información que demuestra que no cometieron ningún soborno a la Universidad del Sur de California (USC), reportó TMZ.
viernes, 31 de enero de 2020
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REFORMA
Cd. de México (31 enero 2020).- Lori Loughlin y su esposo, Mossimo Gianulli, aseguraron que fiscales federales ocultaron información que demuestra que no cometieron ningún soborno a la Universidad del Sur de California (USC), reportó TMZ.

De acuerdo con una nueva declaración de la pareja, ambos creyeron que el pago que hicieron, a través de Rick Singer, era para la casa de estudios, y no particularmente para Donna Heinel, la entonces directora atlética de la USC.

Los testimonios presentados en los nuevos documentos señalan que no se ofreció ningún soborno para que las hijas de Louhglin y Gianulli ingresaran a la universidad.

"Rick Singer sugiere que las familias que hacen este tipo de transacción no saben que Heinel está involucrada al momento en que se realiza el primer pago", señala el texto.

"Gianulli y Loughlin pensaron que su pago iría directamente al programa de la USC.

Además, el gobierno reconoce que los pagos de Loughlin y Gianulli no fueron a la cuenta personal de algún funcionario, sino que terminaron en la propia USC", agrega.

Además, se menciona que el matrimonio creía que el resto del dinero que depositaron, 200 mil dólares, había ido a una organización benéfica precedida por Singer, además de que hay correos electrónicos de la universidad en la que se ofrecen recorridos personalizados por el campus para las hijas de Loughlin por el impacto positivo del donativo.

Realizar donativos a una institución educativa no es ilegal, e incluso la propia USC reconoce que hay un vínculo estrecho entre los donativos y las admisiones.

Los documentos señalan que mientras los fiscales retuvieron esta información, también lanzaron una campaña de desprestigio contra Loughlin y Gianulli con la intención de que admitieran su culpa.

 

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