SANTIAGO DE CHILE
AGENCIA / EFE
El Instituto Nacional de Derechos Humanos de Chile (INDH) contabiliza que 10 mil 365 personas fueron detenidas en comisarías de Chile desde el día antes del inicio de las protestas sociales, el pasado 18 de octubre, de las que mil 249 son niños o adolescentes, informó este miércoles el organismo.
Según los datos recogidos de manera directa por observadores del INDH en comisarías, las regiones Metropolitana, en la que se ubica Santiago de Chile, y de Antofagasta (norte) son las que registran el mayor número de personas detenidas en las manifestaciones sociales.
"En el contexto de estas visitas, el INDH ha recibido distintos tipos de denuncias, en algunos casos de torturas, en otros casos de tratos crueles, inhumanos y degradantes, también de violencia sexual respecto de las personas detenidas y en otros casos del incumplimiento de derechos de los detenidos", dijo el jefe jurídico del INDH, Rodrigo Bustos, en un comunicado.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) alertó desde las primeras semanas de protestas sobre vulneraciones de derechos de niños, niñas y adolescentes a causa de procedimientos policiales.
La actualización de datos difundida esta jornada por el INDH da cuenta de mil 835 denuncias por vulneraciones a los derechos humanos, entre ellas 197 por violencia sexual, 520 por torturas y tratos crueles y mil 73 por uso excesivo de la fuerza.
Además, contabiliza tres mil 765 personas heridas, de las 445 sufren heridas oculares presuntamente por efecto de los balines de goma disparados por agentes policiales, resultando en 34 casos de pérdida de un ojo y en dos cegueras completas.
El INDH suma también 2 mil 122 heridos por bala, balines o perdigones.
En total, el organismo ha presentado hasta la fecha mil 312 acciones judiciales contra las fuerzas del Estado, de ellas 5 por homicidio, 19 por homicidio frustrado, 195 por violencia sexual y 951 por torturas y tratos crueles.
Varios organismos internacionales, como Amnistía Internacional, Human Rights Watch o Naciones Unidas, han denunciado también estos presuntos abusos.
Chile vive su convulsión social más grave desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), con al menos una treintena de muertos, miles de heridos y señalamientos por presuntas violaciones a los derechos humanos por parte de las fuerzas de seguridad.
Lo que empezó siendo un llamado de los estudiantes a colarse en el metro de Santiago para protestar contra el aumento de la tarifa se convirtió en una protesta por un modelo económico más justo.