Entre las razones, además de considerar la reducción reportada en el cuarto trimestre de 2019, el instituto central señala la posibles afectaciones por el brote de coronavirus.
Según se detalla, existe un alto grado de incertidumbre sobre estas perspectivas, pues se considera que la economía mexicana continuará enfrentando un entorno complejo.
"Sobresale la incertidumbre relacionada con los efectos que el brote de coronavirus pudiera tener en la actividad económica mundial y en especial en las cadenas globales de valor", señaló en su Informe Trimestral octubre-diciembre 2019.
El estimado para 2021 también se ajustó a la baja, de un rango de 1.3 a 2.3 por ciento presentado en el reporte anterior a uno entre 1.1 y 2.1 por ciento.
"Estas previsiones anticipan una recuperación más gradual de la demanda interna a lo largo del horizonte de pronóstico, en un contexto en el que prevalece la debilidad de la economía global y en el que, en particular, las expectativas para la producción industrial en Estados Unidos se han vuelto a revisar a la baja", detalla el informe.