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La pasión del Santo

El Hijo del Santo cumplirá 38 años este 2020. FOTO: Cortesía
La razón por la que el Hijo del Santo lucha, es por la pasión que siente por este deporte y su afición.
jueves, 5 de marzo de 2020
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ADOLFO GONZÁLEZ

Agencia/Reforma

México, Monterrey

La razón por la que el Hijo del Santo lucha, es por la pasión que siente por este deporte y su afición.

En el 2013 se retiró por una lesión en la médula espinal.

Regresó en el 2015, pero luchó más en Estados Unidos que en México, aunque en este 2020 ya suma tres eventos en el país y se siente como un novato.



"Lo más bonito es la pasión, porque el día que luché en Naucalpan, hace un mes, has de cuenta que era mi debut, tenía más de una semana nervioso", dijo el plateado, quien este año ya estuvo un par de veces en el Estado de México y una más en Querétaro.

Este domingo se presentará en Monterrey.

"Afortunadamente la arena se llenó, la gente estaba súper cariñosa y al pisar el ring se me quitaron los nervios, cuando subes con pasión y sabes que físicamente estás bien, no hay ningún peligro, lo dejo en manos de Dios", dijo el vástago de la leyenda mexicana.



Si el "Enmascarado de Plata" estará este domingo en la Arena José Sulaimán, antes Solidaridad, al lado de Máscara Sagrada Jr. para enfrentar al Hijo del Solitario y Doctor Wagner Jr., en evento que arrancará a las 6:45 de la tarde, se debe a que sabe obedecer.



"El luchador mexicano que está lesionado así sube a luchar, por necesidad, por lo que me digas, o porque tu empresa te lo exige, como sucede en la Arena México y sucede en Triple A, ahí aunque estés lastimado o luchas o te vas de ahí y eso no es justo.



"Afortunadamente no tengo quién me mangonee, soy libre y creo que la responsabilidad que tenía era obedecer a los doctores".

Su última presentación en la Ciudad se dio en diciembre del 2018 al lado de su hijo, quien ahora se dedica a estudiar.



"Ahorita no lo veo luchando, está enfocado a la escuela y no sé si tenga otros planes, porque también le gusta la música, no lo quiero presionar, esto es por pasión, no por dinero, lo que yo quiero es que sea un triunfador, ya sea en la música, en el cine, que también le gusta mucho, o en la lucha", comentó el gladiador.



¿Y si su hijo no decide luchar, habría otro Santo?
"Definitivamente, no. Si el Hijo del Santo no tuviera un heredero, la historia del Santo se queda con el Santo y con el Hijo del Santo.

No está en mis planes darle el nombre a nadie que no sea mi sangre, para mí el nombre del Santo es como una corona de un rey que va de padre a hijo y si no es un hijo mío, el Santo ahí queda como personaje en el ring, termina conmigo la historia".



Hoy se siente como hace 20 años, pues cuida su alimentación, entrena todos los días y tiene un estilo de vida diferente y eso, aseguró, lo verán el domingo.



"Posiblemente puede ser la última vez que me vean, quizá ya no regrese a Monterrey, no sé, pero espero que mi racha siga bien, en Estados Unidos me va muy bien y en México he tenido llenos, pues la gente tiene ganas de ver al Hijo del Santo", remató el luchador.


El domingo espera que la afición regia haga retumbar la arena con el clásico grito de: ¡Santo, Santo, Santo!

 

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