En la Oponión

Pbro. Miqueas Cantú Mtz

0
Votos
Nota Aburrida
Nota Interesante
Tiempos mejores 

El prudente se anticipa al peligro y toma precauciones. El simplón avanza a ciegas y sufre las consecuencias. Proverbios 22:3 
domingo, 22 de marzo de 2020
Comparte esto en Facebook
Comparte esto en Twitter
Comparte esto en Digg
Enlarge Font
Decrease Font
Histórico e insólito, es el momento que estamos pasando como humanidad. Ciudades paralizadas por un virus que a simple vista no es visto. El temor a la puerta de la casa y la paranoia es síntoma de que somos vulnerables.


Algo tan pequeño efectuando un caos. Agendas cambiadas, nuevos formatos, todo esto con el fin de acoplarse al plan de contingencia.
Y en medio de este alboroto surge la palabra de Dios que nos alumbra en los días oscuros.


El proverbio nos muestra a dos tipos de personas ante la amenaza del peligro: el prudente y el simplón.
Comencemos con el simplón, ve el peligro pero lo minimiza, no hace caso, piensa a mi no me pasa o soy fuerte y puedo con esto.

El simplón se baña con orgullo y se viste de falsa seguridad. La imprudencia es su amiga y se contagia, Nietzsche declaró: "rara vez se comete una sola imprudencia.

Después de la primera imprudencia se comete generalmente la segunda, y aún nos quedamos cortos".
El proverbista también describe al prudente, lo describe codificando bien la información.

Un hombre seguro y con movimientos preventivos. El prudente tiene un plan, tiene estrategia con el fin de estar seguro él y su familia.
Alguien dijo que la prudencia no previene todos los males pero la falta de ella nunca deja de atraerlos.


Pitágoras dijo que el hombre prudente se prepara siempre para lo que está fuera de control.
Así que en estos tiempos de enfermedad sea prudente, y guarde a su familia de cualquier cosa que quiera quitar la paz.


Termino con el diálogo de Sancho y Don Quijote cuando este último lo abandonó por la imprudencia de Sancho de no huir frente a sus enemigos y este lo busca cuando por fin queda libre de sus enemigos pero herido.


- Tan en mala hora supisteis rebuznar, Sancho.
- Subamos y apartémosnos de aquí que yo pondré silencio a mis rebuznos, pero no en dejar de decir que los caballeros andantes huyen, y dejan escuderos molidos como la leña en poder de los enemigos, replicó Sancho.
- No huye quien se retira.

La valentía que no se funda sobre la base de la prudencia se llama Temeridad. Confieso que me he retirado pero no huido, y en esto he imitado a muchos valientes, que se han guardado para tiempos mejores.


Don Quijote tiene razón guardémonos porque vienen tiempos mejores.

 

Opina sobre este artículo

Nombre   Email  
Título
Opinion

Columnas Anteriores