En McAllen, la mayor parte de los ciudadanos portaban cubre-bocas, aunque ya se levantó la orden de uso obligatorio. Foto: Miguel Domínguez

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Los residentes locales formaron largas filas para ingresar a la Plaza Mall de la calle 10 como en otros centros comerciales, para hacer compras dadas las restricciones de sana distancia y el paso controlado en las tiendas.

Desde temprana hora hubo filas en los accesos diversos a la plaza Mall, el sitio preferido de la ciudadanía y turistas que visitan McAllen. En esta ocasión, las restricciones de migración impidieron la visita de mexicanos.

Los clientes se mostraron frustrados por las restricciones de distancia como las filas y por no poder comer en la mayoría de los restaurantes de la Plaza Mall.

Al ingresar a la Plaza, se encontraron con sorpresas como que las tiendas departamentales más afamadas estaban cerradas, JC Penney, Dillards, Macy's, Sears, entre otras.

La mayor parte de las islas y tiendas pequeñas sí abrieron sus puertas, pero las tiendas de ropa no podían dejar acompañados, no podían probarse nada y tenían que hacer rápido sus compras si había gente en fila.

Los restaurantes de la Plaza Mall no tenían sillas ni mesas, la restricción de vender solo para llevar no le gustó a la gente, que salió a pasear luego de cinco semanas de cuarentena.

En otras zonas comerciales y la zona centro sí había servicio para comer dentro de los restaurantes, pero solo podían ocupar una mesa sí y otra no: tampoco podían estar más de dos comensales por mesas chicas y cuatro en mesas grandes.

En McAllen, la mayor parte de los ciudadanos portaban cubrebocas, aunque ya se levantó la orden de uso obligatorio.

"Es mejor usarlo porque todavía no se acaba esto del virus", expresó una señora que hacía fila para entrar a la Plaza Mall.

El Gobierno de Texas autorizó la reapertura de una lista de negocios, pero con la orden de operar al 25 por ciento de su capacidad.