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Cruceros del mundo operaron durante la pandemia

Foto ilustrativa. EFE Archivo
Aún después de que el 7 de febrero el crucero Diamond Princess fue declarado el mayor foco de infección de Covid-19 fuera de China, los cruceros de todo el mundo continuaron operando con normalidad
miércoles, 6 de mayo de 2020
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CD. DE MEXICO

/REFORMA

Pese a que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara el brote del nuevo coronavirus como pandemia, muchos cruceros subieron y bajaron pasajeros en distintas partes del mundo.

De acuerdo con un recuento realizado por REFORMA, 25 cruceros en varios sitios a nivel global suman más de 2 mil contagios confirmados.

El barco Celebrity Eclipse - de la empresa Royal Caribbean -, tocó tierra el 13 de marzo, dos días después de la declaratoria, en Puerto Montt, Chile.

Desde febrero y hasta principios de marzo, las empresas más grandes de cruceros como Royal Caribbean y Norwegian Cruise Lines ofertaban viajes con promociones de hasta 40% de descuento.

No fue hasta el 14 del mismo mes - cuando comenzaron a cerrarse las fronteras de muchos países - que las empresas citadas, junto on otras compañías como Costa Cruceros, anunciaron la suspensión de sus operaciones.

En un principio, todas previeron la reactivación de sus actividades para el 11 de abril. Sin embargo, este plazo se extendió un mes más a causa de la continua escalada de infecciones en todo el mundo.

De acuerdo con el manual para la gestión de eventos de salud pública a bordo de embarcaciones de la OMS, las transmisión trasnacional de una enfermedad a través de los barcos es un riesgo.

En dicho documento se detalla que en siglos pasados la propagación de agentes infecciones se potenciaba por medio de los navíos. Aunque actualmente los aviones sean los principales causantes del esparcimiento del virus, las embarcaciones no dejan de ser un foco relevante.

Ante esto, la OMS - el 24 de febrero pasado - emitió una guía de consideraciones para hacer frente a los casos de Covid-19 a bordo de los cruceros.

Según la publicación, se recomienda a los navíos desarrollar planes estrictos que incluyan protocoles de aislamiento y definición de los contactos cercanos a los infectados.

Asimismo, se estipula que se deben llevar a cabo procedimientos de limpieza en áreas potencialmente contaminadas, entre otras medidas.

El alto organismo de salubridad indicó también que toda la tripulación debe conocer el plan de gestión de brotes en caso de que se requiera su implementación.

A pesar de las recomendaciones, en algunos casos, como en el crucero Celebrity Eclipse, las actividades continuaron de manera normal aun con la confirmación de al menos 4 contagios a bordo.

Sin embargo, en algunos casos, como el crucero Celebrity Eclipse, las actividades a bordo de barco continuaron de manera normal a pesar de que se confirmaron al menos 4 contagios en el barco.

Presenta desembarco reto diplomático

Las gestiones diplomáticas para lograr el desembarco de personas que viajaban en cruceros con casos sospechosos o confirmados de Covid-19 representaron para los países un reto.

El pasado 11 de abril, mil 243 pasajeros y 586 tripulantes pudieron desembarcar de los navíos Zaandam y Rotterdam - de la empresa Holland America - gracias a que los cónsules de diversos países acreditados en Miami formaron un grupo de interlocución con las autoridades locales a fin de repatriar a los pasajeros de forma rápida y segura.

Llevaban casi un mes en altamar debido a que se confirmaron 53 pasajeros y 85 tripulantes infectados. Cuatro de ellos perdieron la vida.

Otro caso fue el del crucero Celebrity Eclipse, de la empresa Royal Caribbean, el cual tras 17 días en altamar arribó a San Diego, el 30 de marzo.

"Un problema importante que había es que muy pocos pasajeros (mexicanos) que portaran visa porque el plan original del crucero era en Sudamérica", señaló en entrevista el Cónsul de México en San Diego, Carlos González.

Tras intentar tocar tierra en distintos puntos de América Latina, el crucero decidió viajar hasta Estados Unidos porque la mayoría de los pasajeros eran de ese país o de Europa.

"Los mexicanos eran una minoría, 102 de 2 mil 500 personas a bordo", detalló el diplomático.

Relató que se contactó a la naviera, a las autoridades del puerto, a la Patrulla Fronteriza, a las autoridades del Condado y a los delegados del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) para gestionar el desembarco de los mexicanos.

"A todos los connacionales les enviamos una carta para presentarnos y pedirles sus números de pasaportes y de visa, si es que tenían visa.

Todo para hacer una lista y dársela a las autoridades estadounidenses y conseguir así un salvoconducto para que se pudieran bajar", recordó.

El 30 de marzo, al arribar a San Diego, se les permitió el desembarco a los pasajeros estadounidenses y a 78 mexicanos a quienes ya se les había gestionado el salvoconducto.

Al día siguiente, medios locales publicaron que una pasajera que había estado en el crucero fue llevada al hospital con síntomas de Covid-19 y se notificó que tres miembros de la tripulación estaban enfermos.

"Es entonces cuando la Guardia Costera le impuso una orden al barco para que no pudiera zarpar, pero tampoco desembarcar a nadie más, con excepción de 24 mexicanos pasajeros que quedaban, que ante las noticias de los contagios pidieron ya bajarse", expuso.

Contó que los dos grupos desembarcados fueron llevados a Tijuana en camionetas arrendadas por la representación diplomática en San Diego que iban escoltadas por patrullas de la autoridad migratoria estadounidense hasta la frontera.

Sin embargo, las autoridades estadounidenses negaron el desembarco de algunos pasajeros latinoamericanos por no tener visa y de los tripulantes del barco, entre ellos había 33 mexicanos.

"Las reglas estadounidenses señalan que los tripulantes no pueden descender del barco hasta que no haya descendido hasta el último de los pasajeros, y existía la posibilidad de que los volvieran a mandar a altamar", puntualizó el cónsul.

"Tenían que presentar un plan de desembarco y pasar las pruebas de CDC. Estaban explorando que el barco pudiera descender en un puerto cercano a México, en donde también tendría que haber presentado un plan, pero es un trámite que no hacen.

Así duramos en un impasse un par de días hasta que el Gobierno brasileño acepta recibir un charter con los pasajeros sudamericanos que no tienen visa".

Con ello se permitió que el 3 de abril salieran los últimos pasajeros y con ellos los tripulantes que no son esenciales para las operaciones del barco, entre ellos 29 mexicanos.

Se repitió el procedimiento de ser escoltados hasta Tijuana con los 29 tripulantes mexicanos, en donde una brigada epidemiológica los recibió junto con el delegado del Instituto Nacional de Migración (INM) para checar su salud.

Tanto a los pasajeros como a los tripulantes mexicanos se les ordenó guardar 14 días de aislamiento como medida de precaución en sus domicilios.

"Nunca nos dimos cuenta"

Loly Martínez, originaria de Tabasco, pasó 17 días más - gratis - en el crucero Celebrity Eclipse y nunca se dio cuenta de que a bordo había una pasajera y tres tripulantes enfermos de coronavirus.

El barco arribó a San Diego, Estados Unidos, tras medio mes de intentar tocar tierra en algún puerto de América Latina sin éxito debido al cierre de fronteras por la expansión del nuevo virus.

"Nunca nos dimos cuenta, la naviera sólo nos informó de un caso hasta que nos desembarcaron", afirmó.

"Durante esos 17 días, el barco dispuso que todo el mundo podía tener comida y bebida gratis", añadió.

Relató que al subir al crucero, las autoridades les indicaban que, en caso de haber visitado China o Italia recientemente, no podían ingresar al navío.

"Ellos eran el foco. Nadie pensó que se iba a venir tan rápido", manifestó.

Martínez y su esposo, y otra pareja de amigos, llegaron a Argentina el 27 de febrero para abordar el barco el 1 de marzo.

"Nosotros bajábamos el 15 de marzo en San Antonio, Chile, pero ese día el capitán dio el aviso de que nadie iba a poder bajar", afirmó.

"Teníamos nuestro vuelo de Chile de regreso a México ese día las 11 de la noche".

El barco comenzó a dar vueltas frente al puerto mientras se acumulaban en el muelle camiones que esperaban con las personas que tenían que desembarcar y gente que buscaba embarcar.

"Estuvimos dos días dando vueltas, el barco iba muy despacio. Nos decían que estaban en trámites y nada", relató Loly.

Después, el crucero se dirigió al puerto de Valparaíso para que pudiera reabastecerse de comida y desembarcar sólo a los pasajeros chilenos.

"El barco jamás se acercó al puerto de Valparaíso, a los chilenos los bajaron en lanchas y había una muchacha que trabajaba en el barco y por el hecho de traer su uniforme, ella ya estaba bajando y los chilenos le dijeron que no podía bajar, y la regresaron", relató.

"Ahí nos empezamos a preocupar".

Sin embargo, en los días siguientes, la tripulación del Celebrity Eclipse se lució con el servicio.

"Nos decían que no había ningún enfermo. Nunca nos restringieron ningún lugar", afirmó la mexicana.

 

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