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Monterrey, México (09 mayo 2020).- En febrero pasado -antes de que iniciaran en México los efectos económicos de la pandemia- la inversión fija bruta cayó a una tasa anual de 10.2 por ciento.

Fue la baja más profunda en lo que va de la Administración de AMLO, y la más aguda en el País desde la del 11.6 por ciento registrada en octubre del 2009, cuando se atravesaba por la crisis financiera global, que en el 2020, los especialistas estiman que será ampliamente superada en sus daños económicos como consecuencia del coronavirus.

"Es importante señalar que la contracción de la inversión durante los primeros dos meses del año no estuvo directamente relacionada con la crisis del coronavirus y fue parte de una tendencia a la baja, ante el deterioro del ambiente de negocios en México", apuntó Gabriela Siller, directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base.

Por componentes de la inversión en el segundo mes del año en curso, la destinada a maquinaria y equipo se desplomó 11.5 por ciento, mientras la orientada a construcción lo hizo en 8.7 por ciento.

Grupo Financiero Monex destacó que a un mes del inicio de la contingencia por el Covid-19 en México, la inversión presentó un deterioro no visto desde la crisis financiera del 2009.

Indicó que en febrero, previo a la declaración de la cuarentena en México, ya se experimentaban interrupciones en las cadenas globales de valor y se resentía una alta incertidumbre global.

"Esperamos que las afectaciones más significativas se presenten durante marzo, en función de la fuerte depreciación del tipo de cambio, y en abril, por la parálisis total de la economía", anotó.

Grupo Financiero Banorte resaltó que con la caída de la inversión en febrero se ligaron 13 meses de bajas.

"La inversión ya venía mostrando debilidad, incluso antes de que comenzaran las preocupaciones sobre el coronavirus, lo cual nos hace pensar que la disminución será aún mayor en los próximos meses", expuso.

Estimó que durante todo el 2020, la inversión sufrirá una contracción del 18.5 por ciento.

"Si bien en febrero su efecto fue más por el frente externo -afectando cadenas de suministro ante el cierre de fábricas en China y de otros socios comerciales-, éste ya se ha tornado interno, con las medidas de distanciamiento social, impactando fuertemente la actividad económica desde finales de marzo y exacerbándose en abril".

Banorte señaló que los datos disponibles de marzo apuntan a una contracción más marcada de la inversión que la reportada ayer por el Inegi correspondiente a febrero, de 10.2 por ciento anual con cifra desestacionalizadas.

Refirió que las importaciones de bienes de capital -altamente relacionados a la maquinaria y equipo importado- cayeron en marzo 18.1 por ciento anual.

"En conclusión, reconocemos que permanecen riesgos para la inversión, ya que la duración e impacto general de la pandemia, que sigue siendo incierto, es un factor clave para determinar su posible magnitud en este rubro", indicó.

"Por otro lado, será importante ver si los programas de crédito implementados por el Gobierno federal, así como por Banxico, pueden ayudar a suavizar parte del impacto, sentando las bases para una recuperación más rápida, una vez que se puedan normalizar las actividades económicas".