"Yo no estaba preparada para hacer un trabajo de esa manera", cuenta María Trinidad Borda, de 57 años.

Ella es empleada administrativa en una empresa de Santa Catarina y durante los más de 40 años que ha laborado en el área, siempre creyó que su trabajo debía hacerse en una oficina.

"Toda la vida he estado detrás de un escritorio. Siempre pensé que la actividad que nosotros tenemos no se podía hacer desde casa".

Su perspectiva cambió con la llegada del Covid-19 a Nuevo León.

Así como Trinidad, muchas de personas se han visto obligadas a enfrentarse por primera vez a trabajar dese casa, y que cada vez se populariza más.

"Cuando me dijeron que tenía que trabajar desde casa, de inmediato se me vino el pensamiento de 'va a ser incómodo, va a haber muchas distracciones", dice Carlos Peña, abogado de 25 años, quien empezó a trabajar desde casa el 17 de marzo.

"Vivo con toda mi familia; están los niños, está el perro, hace mucho ruido, le suben mucho a la música".

Durante un mes, tiempo que llevan de experimentar esta nueva modalidad, han tenido que adaptarse a los cambios, se han topado con retos y han descubierto ventajas de laborar desde el hogar.

1. Desafíos

"Ahorita como que ya me acostumbré a estar hablando frente a la computadora", cuenta con risas Trinidad en entrevista telefónica, durante una pausa de su trabajo.

Mantener coordinación con contadores, administrar la tesorería, la contabilidad, la operación diaria, la facturación y la cobranza son parte de sus actividades diarias.

Lo difícil para ella fue adaptarse a los adelantos tecnológicos.

"Sentí que me hacían falta papeles porque estamos más acostumbrados a trabajar con papeles que con computadora. Entonces empiezas a explorar alterativas y empezar a trabajar también con la tecnología".

Para otros no fue difícil enfrentarse a los adelantos digitales. Los retos estaban más relacionados con mantener la jornada laboral sin contratiempos.

"Esa noche que me dieron la noticia que tenía que trabajar dese casa", recuerda Carlos, "esa misma noche me puse a preparar, organizar un itinerario de qué es lo que se tenía que hacer".

Para él la clave para que el home office funcione es la rutina; intentar seguir el día lo más parecido a como se lleva en una oficina: horario, espacio de trabajo, vestimenta, comunicación y compromiso.

"He escuchado a muchos colegas que se despiertan y todavía tienen la pijama; eventualmente vas a llegar a un punto donde te vas a distraer o te vas a quedar durmiendo", considera.

"En mi caso para que no ocurra eso me pongo al menos unos jeans, para idealizarme de que no son vacaciones, es trabajo al final de cuentas, sólo que desde casa".

2. Lograr equilibrio

"Fue de alegría", recuerda Baltazar Mora su reacción el día que le notificaron que trabajaría desde casa. Podría ahorrarse las dos horas que recorre en transporte público para llegar a su trabajo.

"Entendí la situación (del coronavirus), pero se podría decir que (trabajar desde casa da) un poquito de facilidad en cuestión de traslado y en el monto económico", comenta.

Como auxiliar de recursos humanos, él ya estaba acostumbrado a llevar la comunicación con sus superiores por medio de plataformas digitales, pero pudo experimentar el trabajo a distancia por primera vez, cuenta el joven de 27 años.

Ahorrar dinero y tiempos de traslado, ganar momentos para hacer otras actividades, poder convivir más con la familia, disminuir el tráfico y bajar niveles de contaminación, son algunos de los beneficios que los tres trabajadores han encontrado en esta nueva modalidad.

Respeta la rutina

Consejos que ofrecen quienes están aprendiendo a trabajar a distancia.

1. Elige una vestimenta adecuada de trabajo. No trabajes con pijama, es un distractor.

2. Respeta el horario. Si ya tenías una jornada laboral, impleméntala de igual manera en casa.

3. Reserva un espacio de trabajo. Cualquier lugar que te mantenga aislado de las distracciones.

4. Habla con tu familia o compañeros de casa para que respeten tu horario de trabajo.

5. Mantén tus horarios de comida establecidos.