En la Oponión

Pbro. Miqueas Cantú Mtz

¿Y si Dios nos quiere en las casas?

Para levantar a una generación con principios y valores bíblicos se necesitan matrimonios puros rendidos al amor de Dios.
Se necesitan padres dedicando tiempo de calidad con los hijos.

Y si la pregunta no es ¿cuándo volvemos a la rutina? Y si la pregunta es ¿estoy aprovechando bien el tiempo? ¿Y si nuestros hijos son la próxima generación que Dios levantará con propósito y necesitan este tiempo con los padres? Los grandes movimientos y avivamientos divinos en la historia Bíblica comenzaron en casas.

Algunos de los muchos ejemplos Una gran nación, en casa de Abraham Un gran escape, en las casas celebrando la pascua, liderados por Moisés. El ungimiento del Rey David, en casa de Isaí El Pentecostés, en casa, en un aposento alto.

La estabilidad en el hogar produce mucho bien a todos los miembros de familia, sólo que por diversos factores muchos experimentan inestabilidad en todas las áreas, y en una situación como esta sólo se potencializó.

Es por eso que este tiempo de quédate en casa más que una situación deprimente es una oportunidad para sembrar en nuestra familia momentos que puedan colaborar para su crecimiento personal.

En tiempos de pandemia aprovechemos bien el tiempo. Charles Swindoll cuenta que un anciano había llevado notas muy cuidadosas de su vida en una serie de cuadernos que guardaba en el anaquel de su negocio.

Cuando cumplió 80 años fue a la tienda, sacó los libros del anaquel y empezó hacer cálculos sobre su vida. Se sorprendió al hallar que había gastado cinco de sus ochenta esperando a la gente.

Había pasado seis meses anudándose las corbatas, tres meses regañando a sus hijos y cincuenta diciéndoles a sus perros que se calmen.

Que al final de nuestra vida nuestros hijos recuerden de nosotros el tiempo que pasamos con ellos, tiempo de calidad y valor. Si estamos en casa perdonemos más, odiemos menos, aprovechemos bien el tiempo.