Tunez, Túnez (02 agosto 2020).- El portavoz militar en el frente oriental libio de las fuerzas aliadas al Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA), Abdul Hadi Drah, denunció este domingo el aterrizaje de una decena de aviones rusos con suministros para las bases bajo el mando del mariscal Jalifa Hafter.
De acuerdo con Hadi -vocero de las milicias del Gobierno respaldado en Trípoli por las Naciones Unidas-, "cinco aviones rusos de tipo Ilyushin cargados con equipo militar aterrizaron en los aeropuertos de la base de AlJufra y en el aeropuerto de la ciudad de Sirte".
La locación señalada ha fungido como punto de control en el golfo de Sirte, corazón de la industria petrolera del país africano.
"Otros cuatro aviones de carga rusos llegaron al aeropuerto de Al Abraq y a Bengasi", capital del este del territorio "con mercenarios a bordo", agregó el general.
Las acusaciones del GNA se produjeron 24 horas después de que el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos alertara sobre la llegada de un nuevo grupo de mercenarios sirios enviados por Turquía a Libia para apoyar la ofensiva del Gobierno en Trípoli.
Según esta organización, con sede en Londres, con este nuevo colectivo "el número de mercenarios sirios enviados a Libia asciende a casi 17 mil, incluidos 350 niños menores de 18 años, de los cuales 6 mil ya han regresado a Siria tras cumplirse sus contratos y obtener su salario".
"Turquía sigue reclutando más mercenarios que los llevan al territorio turco para recibir entrenamiento
militar. El número de yihadistas que han llegado a Libia a través de este sistema ha alcanzado los 10 mil combatientes, de los cuales 2 mil 500 son tunecinos".
De acuerdo con los mandos del Observatorio, "481 de estos mercenarios, incluidos 34 menores y varios comandantes de grupo" han perdido la vida en los combates que han ocurrido, desde hace seis meses, al oeste de Libia.
Hafter -tutor del Ejecutivo no reconocido en el este libio y contrario al régimen respaldado por la ONU- advirtió el sábado que bajo ninguna circunstancia permitirá lo que calificó como la "nueva colonización turca de Libia".
Asimismo, aseveró que sus tropas estaban listas para defender los intereses petroleros nacionales.
"Nunca aceptaremos el colonialismo. Los turcos se han quedado en Libia durante 300 años y los libios no han visto nada más que maldad ", dijo el mariscal durante una visita al batallón Tariq bin Ziyad, de tendencia salafista.
Libia ha sido calificada como un estado fallido y ha estado inmersa en una guerra civil desde 2011, cuando la OTAN contribuyó al derribo de la dictadura de Muamar al Gadafi.
El conflicto fratricida se ha transformado en un enfrentamiento armado multinacional totalmente privatizado, sin Ejércitos y librado por milicias locales y mercenarios extranjeros.