Ruth Bader Ginsburg. EFE

CD. DE MEXICO

/REFORMA

Ruth Bader Ginsburg, quien se desempeñó como jueza de la Suprema Corte de Estados Unidos por casi tres décadas, murió este viernes a los 87 años.

Por medio de un comunicado, el máximo tribunal apuntó que Ginsburg -cuyo deceso fue consecuencia de un cáncer pancreático- estaba "rodeada por su familia en su casa de Washington" al momento de su muerte.

Ginsburg, quien se convirtió en un ícono cultural por sus posturas progresistas en materia de género, formó parte del Supremo por más de 27 años.

La magistrada fue la segunda mujer en la historia de EU en ser nombrada integrante de la Suprema Corte, después de Sandra Day O'Connor, quien formó parte del tribunal de 1981 al 2006.

Ginsburg fue designada como miembro del Supremo de EU por el Presidente Bill Clinton en 1993. Su carrera como magistrada inició con una constante lucha por los derechos de la mujer.

El actual Mandatario, Donald Trump, reaccionó con aparente sorpresa ante la muerte de la jueza progresista.

"¿Acaba de morir? No lo sabía. Ella tuvo una vida increíble, ¿qué más puedo decir? Tanto si estabas de acuerdo, como si no, ella tuvo una vida increíble", afirmó en declaraciones a la prensa a bordo del avión presidencial Air Force One.

El deceso de Ginsburg, seis semanas antes de las elecciones, posiblemente suscite una encendida controversia en torno a si el Presidente Trump debe nombrar, y el Senado confirmar, un reemplazo, o si el cargo debe permanecer vacante hasta después de que se conozca el resultado de las elecciones presidenciales.

El senador republicano Ted Cruz dijo que Trump debería nominar a un sucesor la próxima semana, pues una Corte Suprema dividida 4-4 "no puede decidir nada".

El texano es miembro del Comité Judicial de la Cámara alta, encargado de votar al sucesor, y está entre los 20 individuos que el Mandatario recientemente añadió a su lista de potenciales nominados a la Suprema Corte.

En 2016, el Senado bajo control republicano rechazó llevar a cabo una audiencia para votar a quien el entonces Presidente demócrata Barack Obama nominó para reemplazar a Antonin Scalia en el Máximo Tribunal, luego que murió en febrero de ese año.

El líder Mitch McConnell dijo que no era justo porque se trataba de un año electoral.