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La conversación pende del hilo del teléfono. De Milán a México no hay distancias. Platicar con Vincenzo Castaldo, director artístico de casa Pomellato, guarda similitud con el armado de una joya de callada belleza.

Celebrar la vida no tiene precio, como creador, interpretar los ritmos del presente, logrando la concientización de una historia, es una labor que le apasiona.

Y es que, como todos los diseñadores, el creativo logra conectar con cada señal de cambio.

"El reto es traducir el sentimiento a una colección cuya estética atemporal, no conservadora y no tradicional, logre ir al encuentro con su propio estilo", explicó el creativo.

Con la ayuda de manos orfebres el proceso creativo logra visibilidad, compartió.

"Las joyas generan emociones. Su fuerza ocupa un lugar especial en el corazón. Su ingrediente secreto es que atesoran un valor sentimental", aseguró.

El taller Pomellato está en calma, las manos de sus artesanos vestidos con batas blancas lograron, a pesar de tiempos difíciles, pulir sus fortalezas.

Con la intervención de su director, un nuevo concierto visual dio inicio.

La Giogia es el título de la colección que refleja valores excepcionales porque son alegres, positivos y llenos de energía.

Color, felicidad, placer, sensualidad y feminidad son los atributos de piezas capaces de ser escuchadas por sí mismas, comentó Vincenzo.

En conjunto, La Gioia adquiere una sublimación estética que es resultado de la fusión de todos los códigos de su casa de trabajo.

"La vida es un viaje que depende de nosotros afrontar. Sueños, amor, trabajo día con día La vida es un don precioso, un regalo, una pregunta...queda en nosotros darle respuesta.

"La aproximación creativa habla de libertad sin límite, alegría para reinventarse, inclusión, además de un toque de locura", añadió el autor de una fórmula que logra el balance de elementos.

En su voz hay un enorme agradecimiento. El diseño se ejerce en libertad conservando el sello prêt-à-porter.

Las joyas acompañan cualquier horario, la sencillez y una nueva concepción del lujo entendido como una conexión entre las piezas joyeras, los sueños y las necesidades del cliente, que se unen con el propósito de ofrecer un tributo a las emociones.

En este casi fin de año, Castaldo y su equipo ofrecen un homenaje a la vida.

"No hay nada que pedir. Todo está bien con ella. El propósito con la nueva colección es sólo repartir alegría", puntualizó el artista desde la capital que brilla por la elegancia de sus atuendos oscuros de invierno, y su arte superlativo joyero.