Al proceso que viven las personas ante la pérdida de un ser querido, se le denomina duelo y es necesario experimentar el dolor que dejan las ausencias para poder trascenderlas de mejor manera.

Pero, si en condiciones normales la ruta del restablecimiento emocional es difícil, lo es más en estos tiempos de pandemia.

Quedarse en casa, no asistir a reuniones y guardar distancia física son medidas básicas para combatir la propagación del Covid-19, pero también aspectos que complican seguir la ruta de las siete etapas identificadas en todo proceso de duelo: negación, confusión, ira-enojo, dolor-culpa, tristeza, aceptación y restablecimiento.

"El duelo es diferente dadas las circunstancias", dice Hilda Garduño, psicoterapeuta especializada en tanatología. "Todo el entorno cambia y hace que los duelos se vuelvan más difíciles".

Una persona puede vivir todas las fases o sólo algunas y hasta en diferente orden. El duelo se complica cuando, aunque ya pasó tiempo, la herida emocional sigue abierta.

Sin importar la causa del fallecimiento, las personas que enfrentan la muerte de un familiar o un amigo en esta contingencia se ven obligados a atravesar esta etapa de dolor bajo condiciones que pueden interferir con la vivencia de un duelo saludable.

SIN DECIR ADIÓS

Antes de la partida de un ser querido, es importante poder despedirse, algo que se ha visto impedido durante la contingencia por Covid-19 debido a las recomendaciones de distanciamiento social, los protocolos hospitalarios y las restricciones en cuanto a concentración de personas en servicios funerarios.

"Al negárseles esa oportunidad, la persona sufre más (tras el fallecimiento), la familia lo sufre todavía más y esa parte queda más dolida en el desarrollo emocional de la persona", explica Garduño.

Cuando alguien no tiene la oportunidad de decir adiós, ya sea en los momentos críticos antes de la muerte o durante los rituales funerarios, puede desarrollar complicaciones para aceptar la pérdida y hasta podría poner en duda si la persona realmente murió.

"Las personas que no ven a su ser querido en los últimos momentos, que no tienen la oportunidad de velar a la persona o estar allí presentes, muchas veces se quedan en esa negación", indica Vereniz Moguel, directora del Instituto Integral de Tanatología y psicoterapeuta especialista en duelo.

Esta situación se acentúa cuando la causa del fallecimiento es Covid-19, pues las medidas ante posibles contagios se tornan más estrictas.

AUSENCIA DE ABRAZO

La pandemia del coronavirus ha robado a las personas la oportunidad de sentir el abrazo, la solidaridad y el apoyo de sus familiares y amigos, acompañamiento clave para que una persona pueda atravesar el duelo de manera saludable.

"Se vuelve una situación triste, de mucha soledad para ambas partes y ésta es la característica principal que hace que estos duelos tengan un proceso más complicado.

"En todos los duelos, en todos los procesos terapéuticos de las personas, los lazos familiares son el primer eslabón de progreso", señala Garduño.

Además, destaca la psicoterapeuta Moguel, quienes pierden a un ser querido durante la pandemia también están enfrentando otras pérdidas, que se han incrementado para toda la población.

Cuando comenzó el confinamiento, explica, se perdió la libertad, la seguridad y la posibilidad de movimiento. Poco a poco comenzaron a ocurrir pérdidas económicas y de estabilidad emocional, que se acentúan con la muerte de un familiar o amigo.

"Toda la población ha empezado a vivir pérdidas y éstas se van agudizando conforme se va acercando el virus a nuestro entorno", agrega Moguel.

CONTACTO VIRTUAL

Aunque no se puede sustituir por completo el acompañamiento físico, para una persona que atraviesa el duelo durante la pandemia es de vital importancia recibir el apoyo de familiares y amigos por medio de la tecnología.

Ya sea por mensajes, llamadas o redes sociales, lo importante es que la red de apoyo esté presente, sea empática, escuche a la persona y valide su pérdida.

"El ser humano también es maravilloso porque las redes sociales están siendo nuestro principal medio de acompañamiento y aunque no es lo mismo, sí está funcionando", apunta Moguel.

"Que haya gente pendiente de quienes están en ese proceso de duelo es muy importante porque somos seres sociales y los seres sociales necesitan de una sociedad que los respalde".

Por ejemplo, Daniela ha mantenido contacto con sus amigas a través de un grupo de WhatsApp. Cuando la mamá de una de las integrantes falleció en julio pasado, ella y el resto se organizaron para dar apoyo a la doliente, a pesar de no estar con ella de manera presencial, como les habría gustado.

Le regalaron un mes de clases de canto, una actividad artística que siempre le había interesado, pero no había tenido oportunidad de realizarla.

"Necesitamos el contacto humano", reflexiona Daniela. "Nos tenemos que poner más creativos en cómo dar amor en los tiempos difíciles".

Las especialistas entrevistadas también aconsejan estar al pendiente de cambios en el comportamiento habitual del doliente, para identificar si se requiere pedir auxilio terapéutico.

Aunque no es necesario esperar a presentar síntomas de alerta para buscar acompañamiento profesional.

"Es una pérdida mundial, todos lo estamos viviendo", considera Moguel. "Es un buen momento para que los seres humanos abran más su empatía hacia el otro que vive un proceso doloroso".

PARA DESPEDIRSE

Para acompañar un duelo de forma saludable durante la pandemia, especialistas recomiendan:

- Expresar las emociones

- Buscar grupos de apoyo

- Mantener contacto con familiares y amigos

- Escribir diarios o cartas de despedida

- Recordar buenos momentos en familia

- Pedir ayuda profesional

Fuentes: Hilda Garduño y Vereniz Moguel, psicoterapeutas