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Al interior de los hogares no sólo surgió más unión familiar o de pareja durante esta pandemia.

Asociaciones civiles que apoyan a víctimas de violencia en Nuevo León coincidieron en que su labor no ha tenido un alto; al contrario, durante el 2020 sus intervenciones se dispararon por el incremento de agresiones contra las mujeres en confinamiento.

Sandra Cardona, cofundadora de Voces de Mujeres en Acción, indicó que los casos de violencia digital y violencia sexual hacia mujeres registraron un aumento y esto se percibe porque todos los días la agrupación recibe a víctimas para acompañarlas legalmente.

"Lo de la violencia digital (aumentó) porque tenían sus clases desde su casa, accedían más al internet, y los violentadores estuvieron más al pendiente de esto", indicó.

"Nos llegaba un caso (por violencia sexual) al mes, y de pronto nos empezaron a llegar tres o cuatro casos al mes, y de violencia digital es diario, nos llegan uno o dos casos".

Ante el alza de violencia digital, Cardona llamó a analizar la ampliación de la Ley Olimpia, tipificada en Nuevo León como delitos contra la intimidad, ya que sólo considera agresiones de ex parejas o parejas actuales, y no por parte de otro tipo de violentadores.

De acuerdo con la Fiscalía estatal, las denuncias por acoso sexual incrementaron un 77 por ciento, mientras que la violencia digital, apenas registrada desde marzo de 2019, subió un 277 por ciento.

Tal fue el incremento de casos, que la asociación creó en octubre una red de 15 abogadas y estudiantes que colaboran para dar asesoría y acompañamiento legal a víctimas.

Las mujeres, de acuerdo con las organizaciones, sufrieron mayor violencia durante la pandemia porque en la mayoría de los casos los agresores se encontraban en su propio hogar.

"Hacía muy difícil para ellas recibir la atención porque tenían miedo de que las estuviera escuchando el agresor", amplió Sofía Lozano, coordinadora de Vinculación de Alternativas Pacíficas.

La asociación, dijo, se vio afectada en los primeros meses de pandemia al cerrar tres de las ocho Puertas Violeta que ofrecen servicios de apoyo psicológico y legal a víctimas, como la del Centro de Monterrey, que suspendió actividades entre abril y mayo pasados.

Las denuncias por violencia familiar llegaron a las 17 mil 940 en el 2020, la segunda cifra registrada más alta en la historia del Estado.

"Empezó el año con un incremento en el número de servicios, las llamadas de emergencia se incrementaron significativamente y también hubo muchas más mujeres pidiendo ayuda para acceder a un lugar seguro", describió Lozano.

"Tuvimos cerca de 248 resguardos en las Puertas Violeta, y esto implica que eran mujeres que estaban en una situación de amenaza y violencia física muy fuerte".

En su informe anual, Alternativas Pacíficas anunció que al cierre del año pasado tuvo un aumento del 132 por ciento en resguardos y un incremento del 36 por ciento en llamadas de auxilio.