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Además de las violencias que los libros retratan en sus historias, la literatura tiene el poder de mostrar también la belleza, señala la escritora portuguesa Lídia Jorge.

"Los libros deben ser promovidos, deben ser presentados a los lectores no teniendo miedo de lo que se dice con violencia. Si ellos traen una propuesta más allá de la violencia, una propuesta de belleza, vamos por buen camino".

"Pienso que los libros deben ser promovidos, deben ser presentados a los lectores no teniendo miedo de lo que se dice con violencia", expresó la ganadora del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2020.

"Si ellos traen una propuesta más allá de la violencia, una propuesta de belleza, vamos por buen camino. Es el arte, la propuesta del arte, que es una propuesta de salvación a partir de lo que es superación humana, a través de lo bello".

La autora llegó a esta reflexión durante su participación en Ecos de UANLeer 2021.

En un encuentro virtual previamente grabado, Jorge conversó con Felipe Cammaert , traductor de sus obras, y con el editor Emiliano Becerril.

La conversación giró en torno a La costa de los murmullos (1988), una de sus novelas más destacadas, en donde aborda el fin del imperio colonial portugués, temática que explora en sus obras tras haber vivido en Mozambique durante la guerra.

"Esa experiencia personal me dijo alguna cosa, me dijo que yo podría escribir más que sobre guerra, sobre la violencia de las guerras, la violencia humana", compartió.

A través de uno de los personajes principales, Luis Alex, muestra en la novela cómo incluso las personas más sensibles, cuando son colocadas en la guerra, se vuelven igual o más violentas que las demás.

Y precisamente por las violencias que aborda, consideró, la historia que escribió hace más de tres décadas sigue cautivando a muchos lectores de la actualidad.

"El conflicto que está ahí es un conflicto que se continúa a repetir", indicó.

"Digamos, cambió de espacios, pero lo que está sucediendo aquí alrededor del Mediterráneo, tiene características similares.

Estamos viviendo un retroceso donde estas situaciones se vuelven a repetir en la globalidad".

Además de la violencia que retrata en su obra, señaló, también muestra la belleza de los personajes y de los territorios africanos, tal como propone que los libros deben hacer.

SUS INICIOS

Considerada una de las escritoras portuguesas más importantes y traducidas de las últimas décadas, otras de sus novelas son El día de los prodigios (1979), Los memorables (2014) y Estuario (2018).

También es autora de cuento, literatura infantil, teatro, ensayo y crónica.

"Empecé prácticamente a escribir cuando aprendí a leer", recordó. No aceptaba solamente lo que leía en las páginas, yo quería continuar, quería dar otros destinos a los personajes".

Ha sido galardonada con el Premio Jean Monnet de Literatura Europea 2000, el Gran Premio de la Asociación Portuguesa de Escritores 2002 y el Premio Internacional Albatros de Literatura de la Fundación Günter Grass 2006, entre otros.

En 2020 se publicó La costa de los murmullos en español, en una coedición con la Universidad de los Andes y la UANL.