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Pandemia libera sus canas

Andie MacDowell sorprendió con esta imagen en el Festival de Cine de Cannes. Foto: Archivo
En su mayoría, las mujeres que apuestan por esta tendencia tienen entre 50 y 75 años, edad en que el porcentaje de cabello cano suele ser mayor.
domingo, 22 de agosto de 2021
Por: Dalia Gutiérrez
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Agencia/Reforma

Monterrey, México (22 agosto 2021).- Cansada de ir a la estética cada 10 días para teñir sus canas, Roberta Escamilla empezó a dejar crecer su cabello blanco desde hace tres años, pero las críticas que recibía la hacían recurrir de nuevo al tinte.

Tras varios intentos fallidos, la pandemia del Covid-19 le dio el empujón definitivo para animarse a lucir una cabellera plateada que hoy la llena de alegría.

"Ahora que se vino la pandemia no había cómo ir al salón. Entonces tengo un año y medio sin tocarme el pelo", dice la mujer de 48 años, quien asegura que no volverá a pintarse las canas.

"Lo estoy dejando crecer, cada vez me sale más blanco el pelo y la verdad, soy súper honesta, lo gozo, lo disfruto, me encanta".

Su historia es similar a la de otras mujeres que durante el confinamiento han decidido, o se han visto en la necesidad, de dejar crecer su cabellera blanca, algo que suele ir en contra de los estándares estéticos de belleza femenina.

Y aunque el cabello canoso ya comenzaba a verse con mayor frecuencia años atrás, coinciden expertos en estilo e imagen, la tendencia se incrementó en todo el mundo durante el último año y medio.

Una de las principales razones es que el encierro obligado impulsó cambios en la vida de las personas y actividades como ir a la peluquería dejaron de ser necesarias.

"Las mujeres que no se permitían dejarse las canas, ésta fue como la oportunidad perfecta para decir: 'Voy a estar encerrada, nadie me va a ver, me voy a dejar las canas, a ver qué tal", señala la estilista Eliza Cantú, de Eliza Cantú Salón.

"Y resulta que hubo muchas sorpresas para un gran porcentaje de mujeres que dicen: 'No se me ve nada mal la cana, se ve bastante moderno y así me la voy a dejar'".

La moda del confort

Hace unas semanas, Andie MacDowell causó revuelo al ser captada con el cabello blanco en la alfombra roja del Festival de Cine de Cannes 2021. La modelo y actriz comentó que se dejó crecer las canas a partir del encierro.

Sarah Jessica Parker y Cynthia Nixon también han mostrado una melena gris durante el rodaje del reboot de Sex and the City.

En su mayoría, las mujeres que apuestan por esta tendencia tienen entre 50 y 75 años, edad en que el porcentaje de cabello cano suele ser mayor.

"He tenido personas que se han acercado a mí precisamente buscando esto", indica Gerardo Lozano, estilista de Silvia Galván Image Studio.

"Lo que quieren es no batallar y probablemente no gastar cierta cantidad de tiempo al mes en visitar un salón de belleza, porque las personas que tienen canas definitivamente entre 20 y 30 días tendrán que estar aplicando un producto para taparlas", añade.

Más que estar a la moda con esta tendencia o querer un cambio de imagen, apunta, lo que desean es desprenderse de la "obligación" de ir a la estética de forma recurrente, acomodarse en el terreno del confort y sentirse bien con ellas mismas de esa manera.

Y precisamente, el confort ha sido un elemento clave durante la crisis sanitaria.

"La tendencia más importante del momento es la comodidad", señala la experta en moda Rosina Ramón. "La moda ya no está regida por la moda, está regida porque hemos cambiado nuestro estilo de vida.

"¿Qué está haciendo nuestro estilo de vida? Nos está llevando a retomar cómo nos vamos a vestir para estar a gusto en el área de trabajo, que ahora es la casa".

Y no será una tendencia pasajera, destaca. Como sus raíces son la comodidad para las personas mayores, va a continuar.

Estándar de belleza

Si no hubiera llegado la pandemia, Blanca Rincón no habría conocido sus canas.

"Nunca me imaginé que me las iba a dejar. Siempre pensé: '¡Ay no!, hay que pintarlas'", cuenta la mujer de 69 años, quien empezó a teñirse el cabello a los 49.

Pero el Covid-19 no le dejó otra opción. El temor de un posible contagio la obligó a dejar de ir con su estilista, quedarse en casa y dejarse crecer el cabello blanco.

Cuando sus raíces empezaron a crecer, verse en el espejo le generaba tristeza.

"En las mujeres, las canas es como un índice de que ya te estás haciendo vieja, ya pasaste tus mejores años de juventud, y eso trae una connotación negativa desde el aspecto social", señala Paulina Millán, profesora del Departamento de Estudios Humanísticos del Tecnológico de Monterrey.

"Las mujeres grandes no son necesariamente como el ideal. Todo el tiempo estamos persiguiendo este estándar eterno de juventud y las canas son un ejemplo".

Mientras que la canicie en los hombres es asociada con experiencia, madurez y sabiduría, añade, en las mujeres es lo opuesto.

Al pasar de los meses, Blanca comenzó a aceptar el verdadero color de su cabello. Hoy se siente a gusto con él y no cree volver a ocultarlo.

Que más mujeres estén logrando esto, considera Millán, habla de una recuperación del control de los cuerpos y de sanar la relación que tienen hacia las exigencias que han aprendido.

Más allá de la decisión de cada mujer sobre qué hacer con su cabello, lo más importante es analizar qué hay detrás de esas elecciones, de los roles de género y de las exigencias estéticas que se enseñan desde temprana edad.

"¿Por qué existe esto en la sociedad?, ¿por qué está mal visto en las mujeres?", indica Millán. "Hacernos esas preguntas sería la reflexión más importante".

 

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