Comprar tu casa no es misión imposible. Pero adquirir una propiedad sí es una gran inversión.

Por lo que comenzar a ahorrar es el primer paso para lograr esta meta.

Si no tienes cultura del ahorro, tal vez este sea el momento para empezar y puedes hacerlo siguiendo algunos consejos de los especialistas.

1. Descubre a dónde se va tu dinero

Debes llevar un registro de cada gasto diario, puedes usar una agenda o una aplicación en tu celular.

Si pagas con tarjeta de débito o crédito es esencial que estés checando tus estados de cuenta y veas cuánto gastas en cosas que tal vez son innecesarias, como el café diario que está de moda o en comida rápida.

Otra cosa que debes checar son los patrones repetitivos que tienes, como los "juevecitos" con los amigos y sí ese día gastas mucho, tal vez no debes dejar de ir, pero sí consumir o gastar menos.

2. Reduce tus gastos

Es normal que tengas gustos personales y que te pueden hacer muy feliz, esto lo puedes seguir haciendo, y recorta lo demás, pues el ahorro no es sinónimo de privación.

Pero sí hay cosas que no son prioridades, ni las necesitas, ni te hacen feliz, por ejemplo, si no tienes auto y te levantas tarde pagas más en transporte o membresías que no utilizas.

Otro tip es espaciar algunos gastos, por ejemplo, ir a cortarte el cabello, ese café caro que compras a diario o ese platillo caro que comes cada fin, puedes seguir haciéndolo, pero con menos frecuencia.

Por último, puedes sustituir.

Busca maneras de tener el mismo producto o hacer la misma actividad por un menor precio o gratis.

¿Vas al gimnasio sólo a correr?, puedes intentar buscar un parque y hacerlo gratis o cambiarte a uno que cobre menos.

También trata de buscar productos en el súper que sean similares o tengan los mismos ingredientes y sean más baratos.

3. Haz un presupuesto

Primero debes saber cuáles son tus ingresos libres de impuestos.

De ahí comienza a escribir cuáles son tus gastos fijos, como la renta, los servicios, pago de escuela, entre otras cosas.

Después sigue la parte del ahorro, porque el dinero nunca sobra, y si lo dejas al final, nunca vas a llegar a esa fase.

Ahora comienza a acomodar los gastos fijos del más importante al menos importante, esto es con el fin de que te puedas dar cuenta cuáles puedes reducir e incluso eliminar.

Lo siguiente es incluir los gastos variables y ahí también te darás cuenta cuáles puedes reducir o eliminar.

Al último sólo debes ajustar, es decir, si gastas más de lo que ganas, debes analizar bien qué cosas debes eliminar, reducir o espaciar.

Comienza a aplicarlo y cada semana, quincena y mes checa si lo e