De los 203 centros visitados por los encuestadores, Inegi eligió 54 de prioridad. Foto: Archivo

Cd. de México (07 diciembre 2021).-

Pese a una disminución comparado con 2016, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó en este año el hacinamiento de personas privadas de la libertad, en algunos casos con más de 15 personas en una celda, en centros penitenciarios federales y estatales.

La Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad (Enpol), la cual se levantó de junio a julio pasado, detalló que el 50 por ciento comparte su celda con 1 a 5 personas; el 21.9 por ciento, con 6 a 10 personas; el 11.2 por ciento, con 11 a 15 personas, y el 13.

3 por ciento, con más de 15 personas.

La estadística disminuyó en penales federales, en las celdas con más de cinco personas, de 4.5 por ciento de 2016 a 0.01 por ciento en este año, y en centros estatales, de 51.1 por ciento en 2016 a 50.1 este 2021.

De los 203 centros visitados por los encuestadores, Inegi eligió 54 de prioridad, entre los cuales se detalló que en el Estado de México, Baja California, Ciudad de México, Jalisco, Nayarit y Puebla eran los que más casos de hacinamiento tenían por encima del 80 por ciento en sus penales.

En el Estado de México, destacan los casos del Cereso Chalco Mixquic (98.2%), Cereso Ecatepec Dr. Sergio García (97.8%), Cereso Tlalnepantla Juan Fernández (98.1%), Cereso Cuautitlán (98.4%), Cereso Ecatepec Dr. Sergio García (97.8%), Cereso Texcoco Alfonso Quiroz (96.3%), Cereso Nezahualcóyotl Bordo (91.1%) y Almoloya Santiaguito (85.7%).

En Baja California, están en estas condiciones el Cereso de Tijuana, con 99.4 por ciento de su población; Mexicali, con 89.7 por ciento, y Ensenada, con 86.5 por ciento.

Hay otros casos como Jalisco, donde en la Comisaría de Reinserción Femenil el 99.4 de las internas comparten celda con cinco o más personas, y en la Comisaría de Prisión Preventiva, con el 80.3 por ciento.

El Cereso Nayarit tiene el 87.3 por ciento; el Cereso Puebla, 80.5 por ciento, y en Ciudad de México, el Reclusorio Preventivo Varonil Oriente, el 84.9 por ciento.

La encuesta, explicó Julio Santaella, presidente del Inegi, está basada en aspectos relacionados con debido proceso, delitos por los que están privados de la libertad, experiencia carcelaria, qué tipo de servicios y bienes les son prestados, experiencias de victimización que sufren por violencia al interior de centros, así como también por actos de corrupción a lo largo de todas estas etapas que han transitado.

Otra problemática detectada por el Inegi en los penales fue el cogobierno o autogobierno, riñas, asignación de celdas, cobro por bienes y servicios, protección, acceso a llamadas e imposición de sanciones.

Esta es la segunda ocasión en que el Instituto realiza la Enpol en los últimos cinco años. En esta ocasión, con entrevistas a 55 mil 535 hombres y 12 mil 49 mujeres dentro de penales, así como 0.2 por ciento de mujeres trans y 0.3 por ciento de hombres trans, con sentencias o a la espera de una.

Los principales delitos por los cuales se encontraban las personas ingresadas son robo, homicidio, secuestro, violación sexual, portación ilegal de armas, posesión ilegal de drogas y privación de la libertad.

Así como delincuencia organizada, lesiones, comercio ilegal de drogas, delitos sexuales, extorsión, violencia familiar y fraude.

Las personas privadas de la libertad (PPL), en su mayoría, aseguraron que previo a su detención eran trabajadores artesanales, comerciantes o empleados de venta, operador de maquinaria industrial o trabajadores en actividades elementales o de apoyo.