Los contenidos de los videojuegos que adquirieron los usuarios migrarán a la plataforma de Steam. Foto: Cortesía

Cd. de México (22 febrero 2022).- Después de casi 6 años de existencia, Bethesda, la casa distribuidora de videojuegos como Doom, Fallout y The Elder Scrolls, cerrará su gestor de videojuegos para PC, sin precisar las razones que llevaron a esta decisión.

El gestor, o 'launcher', es la plataforma donde los usuarios pueden administrar su biblioteca de juegos. Empresas como Rockstar y Activision Blizzard cuentan con uno propio para facilitar la descarga de sus propiedades intelectuales.

"Este año nos despedimos del Launcher de Bethesda.net. Queremos agradecerles su apoyo y asegurarles que todos sus juegos están a salvo", mencionó Bethesda en una entrada de blog en su sitio.

Las personas que hayan comprado juegos, contenido descargable y agregado fondos a sus cuentas, tendrán la posibilidad de llevar estos elementos a la plataforma de Steam en una migración que comenzará en abril.

La migración también incluirá las partidas guardadas, aunque habrá que realizar algunas transferencias manuales. Para los juegos en los que este sea el caso, los usuarios seguirán empleando el nombre de usuario de Bethesda.net para iniciar sesión y jugar.

Las cuentas de Bethesda.net no se perderán y seguirán accesibles en su sitio web y en los juegos. Además, seguirán dando soporte a todas las cuentas de Bethesda.net en futuros juegos.

El launcher funcionará hasta mayo, después de esa fecha ya no se podrá acceder y descargar los juegos adquiridos. Por ello, las personas tendrán que migrar todos su contenidos en Steam para continuar jugando.

La migración será únicamente a Steam, pues Bethesda señaló que no habrá soporte con otro servicio y tampoco cabe la oportunidad de llevar los datos a cuentas de PlayStation o Xbox.

Bethesda, que por cierto ya pertenece a Microsoft desde 2020, se encuentra en un momento productivo con lanzamientos esperados como Ghostwire: Tokyo, Redfall y el esperado RPG, Starfield.

Por otra parte, este movimiento se da en medio del proceso de compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft, donde el gigante tecnológico busca la aprobación de varios órganos reguladores para concluir la transacción.