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Arte y ciencia de un mundo en miniatura

Las imágenes logradas por Biss, de una claridad impresionante, son, por sí solas, un logro tecnológico que el artista tuvo que idear desde cero.
miércoles, 27 de abril de 2022
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Agencia/Reforma

Levon Biss ya era un fotógrafo exitoso en el mundo de los deportes, los retratos y el periodismo documental, cuando su hijo le presentó, de manera tan inocente como espontánea, uno de los mayores retos de su carrera: un pequeño escarabajo verde encontrado en su patio trasero.

La Navidad anterior, el fotógrafo londinense le había regalado a su hijo un pequeño kit científico que incluía un microscopio amateur, sin saber, claro, que se estaba obsequiando a sí mismo la inspiración para su siguiente gran proyecto.

"Vimos al escarabajo con el microscopio y lo encontré hermoso, impresionante, entonces, como un reto para mí mismo, decidí tratar de fotografiarlo como un regalo para mi hijo", explica en entrevista.

"Ahí es cuando me di cuenta de que hacer una fotografía con una magnificación tan alta es muy difícil, no es fácil, y es una manera completamente distinta de trabajar".

A 11 años de esa determinación, Biss es autor de la serie Microsculpture (Microescultura), una mirada inédita, por meticulosa y detallada, al mundo de los insectos.

Esta colección de fotografías de distintas especies en la mayor resolución disponible, que le ha dado la vuelta al mundo, se presenta en una exposición en el Bosque de Chapultepec, como parte del Festival Insecta.

En la primera y segunda sección del bosque, las fotografías de Biss, que captan hasta el más minúsculo detalle de cada insecto, están impresas en gran formato, para poder apreciar aún mejor las texturas, color y formas de cada uno.

"Como humanos podemos pararnos frente a un insecto, en una escala que es comparable a nuestro tamaño, y creo que ésa es una experiencia visual bastante única", reflexiona el fotógrafo.

"Creo que el público batallamos con relacionarnos con los insectos, o entenderlos, básicamente por el tamaño; no estamos expuestos a ellos, no podemos ver sus detalles, cuán hermosos son, y espero que las imágenes de Microscultpure ayuden a la gente a entender un poco más sobre los insectos".

Un reto técnico

Las imágenes logradas por Biss, de una claridad impresionante, son, por sí solas, un logro tecnológico que el artista tuvo que idear desde cero.

"El problema con la fotografía de alta magnificación es que hay algo llamado 'profundidad de campo superficial', que significa que hay muy poco en foco, y yo quiero que mis imágenes estén completamente en foco, para que, cuando la gente se pare frente a la impresión, pueda ver todo el detalle en una sola vez", explica.

Para ello, el fotógrafo confeccionó una plataforma especial para montar su cámara réflex digital con una serie de lentes microscópicos.

"Y eso está montado en un riel electrónico que puedo mover en pequeños incrementos, por ejemplo, apenas 7 micras entre cada foto", abunda.

La minuciosidad del ejercicio fotográfico se entiende mejor con una comparación que tiene a la mano: "Un cabello de tu cabeza mide alrededor de 75 micras de ancho, entonces se requieren 7 tomas sólo para cubrir el ancho de un cabello.

"Para conseguir una imagen que esté completamente en foco, la cámara tiene que tomar muchas diminutas partes, muchas diminutas tomas, así que te mueves hacia adelante 7 micras, tomas una foto, luego hacia adelante 7 micras, y tomas otra foto", explica.

Dependiendo del insecto, que suele dividir en hasta 25 secciones, puede realizar cientos, y hasta miles de tomas, en un proceso que dura aproximadamente un mes por sujeto.

Cada sección, además, lleva su propia iluminación, de forma que cada micra del insecto es retratada de la manera más detallada posible.

"Si estoy tomando la foto de un ojo, la iluminación del ojo sería completamente distinta que si estuviera tomando un ala, de una mosca, por ejemplo.

Al ala le pondría una luz por detrás para que se pueda ver toda la estructura dentro de ella; mientras que el ojo lo iluminaría de frente, con una luz más suave, porque el ojo tiene forma de domo y es un poco reflejante", detalla.

Microsculpture, la exposición que nació de un escarabajo en su patio, estará tres meses abierta al público en el Bosque de Chapultepec.

"Cuando la gente esté viendo estas imágenes, deberían estar conscientes de que, alrededor de ellos, en esos jardines, hay cientos de miles de insectos alrededor de ellos.

Deberían estar conscientes de estos insectos", recomienda.

Ecosistema compartido

Con su técnica de fotografía de alta magnificación, Levon Biss ha capturado especímenes de valiosas colecciones, como la del Museo de Historia Natural de Oxford, de donde provienen los insectos de Microsculpture, o la del Museo Estadounidense de Historia Natural, e incluso de la colección personal de Charles Darwin y del entomólogo Alfred Russel Wallace.

"La lista es interminable. Trabajando con insectos, nunca se me va a acabar el material y jamás podré ser capaz de fotografiar todo en el tiempo que tengo de vida", celebra.

Los 11 años que ha pasado fotografiando insectos, explica Levon Biss, le han enseñado una lección valiosa que, a través de su trabajo, ahora intenta inculcar al público.

"Al trabajar con insectos, al verlos con tal detalle, me hace darme cuenta de que tenemos que protegerlos más, necesitamos apreciarlos más, necesitamos entender que compartimos el mismo planeta, el mismo ecosistema que estas criaturas, y el hecho fundamental es que, sin los insectos, los humanos no sobrevivirían", advierte.

Y concluye: "Que los insectos sean pequeños no quiere decir que sean menos importantes".

 

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