
En la Oponión
Pbro. Miqueas Cantú Mtz
En su vejez Mr. Penney contó la historia del día que creía que iba a morir.
Después de una serie de reveses financieros serios ingresó en un sanatorio mental en Michigan.
Una mañana cuando aún se hallaba en plena depresión oyó que cantaban en el edificio. Se dirigió arrastrando los pies al andar por el pasillo a una sala en el que se celebraba una reunión de oración.
Se dejó caer en un asiento de atrás y escuchó las líneas de un himno familiar.
En tus afanes y en tu dolor
Dios cuidará de ti.
Vive amparado en su inmenso amor
Dios cuidará de ti.
Si desfalleces en tu labor
Dios cuidará de ti.
Si ves peligros en derredor
Dios cuidará de ti.
De repente gritó:
Oh Dios yo no puedo hacer nada
Quieres cuidar de mi?
Explicando este incidente de su vida dice:
Tuve el sentimiento de que me habían transportado desde una cima oscura a un espacio libre y lleno de sol.
Se me quitó una carga del espíritu. Salí de aquella sala hecho otro hombre. Había entrado abrumado por una parálisis del espíritu.
Salí con un sentimiento de alivio completo.
Dios cuidó de J.C. Penney. Recobró la salud y volvió a emprender una carrera de negocios basando su trabajo en esto seis principios.
1. Preparación cuidadosa
2. Trabajo firme
3. Honradez absoluta
4. Confianza en el otro
5. Vencer las dificultades
6. Aplicación de la regla de oro.
De esta manera fundó una cadena comercial exitosa.
Para todo emprendimiento necesitas un espíritu gobernado por Dios. Dios quiere cumplir su propósito en ti.