CD. DE MEXICO

/REFORMA

El tráfico de migrantes a Estados Unidos, como los más de 70 que eran transportados en un tráiler en Texas, muriendo 53 de ellos en San Antonio, se ha convertido en un "negocio industrial", reportó ayer The Wall Street Journal (WSJ).

Citando a funcionarios estadounidenses y mexicanos, el periódico neoyorquino señaló que la práctica ha crecido rápidamente debido a que se han estrechado los vínculos entre los contrabandistas y el crimen organizado.

Los migrantes de Guatemala, Honduras y El Salvador pagan aproximadamente 1.7 mil millones de dólares al año a los traficantes conocidos como "coyotes" o "polleros", señaló el WSJ refiriendo un estudio de la ONU del 2021.

Con mucho, precisó el diario, los mayores usuarios de los traficantes son los guatemaltecos.

"El tráfico de migrantes se ha convertido en un negocio industrial", dijo al WSJ el ex jefe de inteligencia mexicano Guillermo Valdés.

"La demanda es enorme y está aumentando", agregó, "y eso significa que se necesita más y más transporte".

Las redes de contrabando han pasado de ser una práctica artesanal en las comunidades rurales de México y Centroamérica a un gran negocio codiciado por organizaciones criminales, sostuvo el periódico.

Entre los involucrados están los cárteles de Sinaloa y Jalisco, que son los principales proveedores de fentanilo a Estados Unidos, detalló.

"Las organizaciones narcotraficantes terminan dominando la estructura de los grupos de tráfico de migrantes", señaló el ex jefe de Migración mexicano Tonatiuh Guillén.

"Ha habido una gran expansión en los últimos dos años".

Con un número récord de migrantes que intentaron cruzar a Estados Unidos, los precios pagados a los traficantes han aumentado, lo que ayuda a impulsar un negocio más lucrativo, narró el WSJ.

Los contrabandistas, a su vez, han tenido que pagar más "peaje" a las bandas de narcotraficantes que controlan gran parte del territorio de México utilizado por los grupos de polleros.

En la última década, por ejemplo, los traficantes de hondureños dicen que han tenido más que triplicar los precios que cobran a los migrantes, de 4 mil a unos 13 mil 500 dólares por persona.

"El contrabando de migrantes es una gran línea de negocios para los cárteles", dijo Mike Vigil, ex jefe de operaciones internacionales de la DEA, que añadió que los narcos se han apoderado en gran medida de pequeños grupos de contrabandistas.