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Joselito Adame perdió trofeos por pinchar.
Tras el emotivo reconocimiento a tres figuras hidalguenses como el maestro Jorge Gutiérrez, el ex matador Jaime Rangel y Pepe Arroyo, en nombre de su padre Chucho quien fue artífice de la construcción de esta plaza Vicente Segura, quienes junto a los integrantes del cartel dieron una vuelta al ruedo muy emotiva, inició el festejo en el que asistieron unas siete mil personas aproximadamente.
"El Conde", quien hace 29 años tomó la alternativa en esta plaza, en perfectas condiciones físicas, realizó una faena de variedad con el capote para luego templar las nobles embestidas de un buen toro de Villa Carmela con muletazos tersos.
La faena la rubricó de un estoconazo y cortó la primera oreja de la tarde. El toro fue ovacionado en el arrastre.
Su segundo también tuvo clase y le permitió a Alfredo lucir con el capote y las banderillas.
En su labor de muleta hubo ritmo y buen toreo lo que le valió, tras un estoconazo, dos orejas.
"El Juli" con su primero se esforzó ante un astado soso y deslucido que pasaba, pero no embestía.
Julián, que es un maestro, se impuso y arrancó merecidos olés.
Mató pronto y fue aplaudido.
Inteligente fue su faena al quinto.
Un astado con oca fuerza al que el madrileño consistió hasta lograr que el público reaccionara y le coreara todos los muletazos que tuvieron tersura, maestría y mucha plasticidad.
Una soberbia faena la que logró Julián que, tras una estocada, le valió cortar dos orejas.
Joselito Adame en el tercero de la tarde toreó bellamente a la verónica para después, sentado en la barrera, iniciar su faena con la muleta.
Adame lucho con el viento y las embestidas a media altura de su enemigo, que incluso lo volteaba a ver constantemente.
Tras un pinchazo y tres cuartos de espada, hubo petición de oreja que no concedieron y el público lo hizo salir al tercio.
Sus fallas con el estoque le impidieron cortar las dos orejas que ya tenía ganadas el aguascalentense quien aprovechó las cualidades de un toro muy completo en cuanto a bravura y buen estilo de la ganadería de Villa Carmela.
La faena de Adame tuvo momentos vibrantes, recibiendo el reconocimiento del público que al final aplaudió a Joselito mientras abandonó la plaza, al tiempo que El Conde y El Juli salieron en hombros.