La producción de lácteos en México creció 254 millones de litros el año pasado. Foto especial

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En México, el consumo de leche queda 37 por ciento debajo del consumo recomendado a nivel internacional, dijo Vicente Gómez Cobo, presidente de la Federación Mexicana de Lechería (Femeleche).

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la recomendación es consumir 3 porciones diarias de leche, para acumular 190 litros de leche al año por persona, mientras que naciones europeas y de regiones de Estados Unidos alcanzan un consumo de hasta 220 litros.

En ese sentido Cobo apuntó que en México el consumo anual ronda entre los 110y 120 litros por persona.

"Tenemos un déficit de consumo muy importante, que es uno de los graves problemas que afrontamos como sociedad", expresó en el marco del Día Mundial de la Leche.

Destacó la relevancia del alimento no sólo por su incidencia en la salud de la población, también por su impacto en la cadena productiva que incluye a ganaderos, industriales de la leche, encargados de la sanidad, así como en la comercialización para el consumidor final.

Víctor Villalobos, Secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, dijo que la producción de lácteos en México creció 254 millones de litros el año pasado, mientras que representó 17 por ciento del sector pecuario, con lo que se ubica como el tercer segmento más dinámico, sólo detrás de la carne de bovino y de ave.

"De esta forma, nuestro País se ubicó el año pasado como el decimoquinto productor de leche, aportando el 2 por ciento de la producción mundial, con un volumen de 13 mil 110 millones 517 mil litros y, para este 2023, se estima una producción de 13 mil 342 millones 605 mil litros, lo que representaría un crecimiento de 1.8 por ciento", detalló.

Entre los retos que la industria presenta es la urgencia de reducir su impacto ambiental, así como avanzar en innovación y tecnología para sumar valor agregado a los productos lácteos.

"Debemos seguir impulsando el mejoramiento genético y capacitación en buenas prácticas de producción, con la finalidad de elevar la productividad y calidad de la leche y los productos lácteos, para que el productor obtenga mejores precios en el mercado y el consumidor productos sanos, nutritivos y asequibles", afirmó el titular de Sader.