Las nuevas generaciones han impulsado la visibilización de los problemas emocionales. Crédito: Especial

Monterrey, México (10 octubre 2023)

Tras atravesar por una depresión severa que la tumbó en cama por meses y la llevó a querer quitarse la vida, Miriam Rodríguez logró sentirse mejor con el tratamiento psiquiátrico y psicológico que recibió.

Aquella experiencia vivida hace más de cuatro años, cuando hablar de salud mental no era tan común como hoy, la impulsó a iniciar una página en internet.

Ahí comenzó a compartir su historia para generar conciencia sobre el tema y que más personas pudieran salir adelante como ella.

"Lo que me empujó fue decir: 'esto es algo que el mundo necesita'", cuenta la joven de 25 años, creadora de la cuenta de Instagram: @MenteDmente.

"Estaba tan agradecida de sentirme bien, que dije: 'tengo que compartirlo con los demás'".

Al inicio, cuenta, publicaba contenido de manera anónima por temor a los juicios sobre enfermedades mentales, que eran mucho más marcados en esa época.

Pero conforme empezó a recibir comentarios como "yo también estoy pasando por eso", se animó a mostrarse frente a la cámara y hablar de manera más personal sobre cómo es vivir con trastorno bipolar, déficit de atención y autismo.

"Si me atrevo a hablarlo, que vean soy una persona normal, van a atreverse a 'salir del clóset'", pensó la joven regia, quien hoy tiene más de 100 mil seguidores.

Hoy es el Día Mundial de la Salud Mental, una fecha que se conmemora desde 1994, pero cada vez esta jornada ha tomado mayor relevancia.

Aunque hoy es más común escuchar hablar sobre salud mental, hasta hace algún tiempo, el tema seguía siendo un tabú rodeado de estereotipos, prejuicios y discriminación.

Quienes vivían con alguna enfermedad mental o acudían a terapia, eran señalados como locos o exagerados.

Entre los diversos factores que han ayudado a que esto cambie, está la pandemia del Covid-19, que evidenció la importancia de cuidar el bienestar emocional.

También están los jóvenes como Miriam, que en los últimos años se han atrevido a compartir sus historias con el mundo, pese al miedo de ser criticados o agredidos, motivando así a más personas de animarse a alzar la voz.

"Las nuevas generaciones impulsaron mucho este cambio con las redes sociales, porque ya no sólo hablaban entre ellos sobre sus emociones, sino que las hicieron públicas", considera la psicoanalista Martha Patricia Zavala, quien trabaja con niños y adolescentes.