Anthrax y Death Angel fueron algunas bandas que hicieron sacudir el alma de los asistentes de la primera edición del The Metal Fest. Crédito: José L. Ramírez

Cd. de México

Un poco más de una hora de intenso trash metal bastó para que Anthrax sacudiera las gargantas y las almas de los que acudieron al Velódromo Olímpico este sábado en el primer The Metal Fest.

Originalmente anunciada para salir al escenario a las 21:35 horas, la banda estadounidense encabezada por Joey Belladonna apareció a las 20:50 ante el retraso de Overkill.

Los formados en Nueva York en 1981 sorprendieron al público, pues simplemente comenzaron a tocar, lo que causó que quienes estaban en las filas para ir al baño y comprar comida volvieran a concentrarse.

Temas como "Metal Thrashing Mad" y "I Am The Law" retumbaron en el espacio y fueron coreados a todo pulmón con las manos en el aire.

"Gracias, mis amigos. Es increíble estar de regreso, gracias por estar aquí. Los extrañé, maldita sea", dijo el vocalista y líder de la agrupación, que se marchó a las 22:03 horas.

El festival inició desde temprano, con las puertas abiertas a las 11:30 horas, y de inmediato llegaron malas noticias, pues la banda noruega The True Mayhem, encargada de cerrar la fiesta, anunció que no se presentaría debido a la cancelación de vuelos que evitaron que Hellhammer, su baterista, pudiera viajar a México.

Sin embargo, Attila Csihar, Necrobutcher, Teloch y Ghul, el resto de la agrupación, quisieron recompensar a sus seguidores con una improvisada firma de autógrafos en una carpa de la explanada.

Pero, aun con contratiempos, los presentes supieron disfrutar del día acompañados y amenizados con bandas como Amorphis.

La banda finlandesa trajo su gira Halo, que arrancó a las 19:10 horas, 20 minutos después de lo programado, pero hizo vibrar a los presentes con temas de su más reciente material, lanzado en 2022, mismo que le da nombre a su tour, como "Northwards" y "The Moon".

Con el atardecer de fondo, tocó el turno a Death Angel, quien brindó una enérgica presentación que mantuvo los ánimos arriba, con éxitos como "The Ultra-Violence" y "Humanecide".

La agrupación originaria de San Francisco, California, regresó al País después de nueve años, para reconectar con sus seguidores capitalinos.

"Muchas gracias por toda su pasión en este maldito festival. Han pasado nueve años desde la última vez que venimos y les prometemos que nunca tendrán que esperarnos tanto.

"Necesito que saquen toda la mierda de su vida, al menos por este momento, para disfrutar lo que viene", dijo Mark Osegueda, vocalista y líder de la agrupación.

Al arranque de la jornada, la temperatura marcaba 32 grados centígrados en la Alcaldía Venustiano Carranza y los asistentes buscaban el mejor lugar para esconderse del sol.

A pesar de ello, predominaba la ropa negra, los pantalones entallados y las melenas en mujeres y hombres.

La cerveza, con un precio de 150 pesos, era la mejor opción para mitigar la temperatura y disfrutar de la música. El agua, que valía 60 pesos, y los refrescos, de 70, no fueron suficientes, pues a las 16:00 horas ya todo estaba terminado en las dos únicas opciones para adquirirlas, aunque resurtieron unas horas después.

Los puestos que ofrecían snacks, desde palomitas, hot dogs, papas fritas y nachos, también fueron insuficientes para la demanda.

El dato

Los organizadores no quisieron revelar cifra de asistencia, aunque en su página oficial daban como 12 mil personas la capacidad del lugar. La realidad fue que el recinto lucía como a media capacidad.