Cuando YouTube vio la luz por primera vez en el 2005, como un sitio web por medio del cual los usuarios podían subir y compartir videos, sus creadores jamás imaginaron el alcance este podría tener, pues aquí la memoria es permanente en imágenes y en la mayoría de las ocasiones, sirve para "ventilar", poner en evidencia o denunciar diversos actos.

En principio, la mayoría de los videos que circulaban por esta red estaban dedicados a cosas graciosas que los usuarios grababan para divertirse; caídas, tropezones, golpes y resbalones encabezaban las listas de popularidad.

Conforme fue tomando mayor fuerza, los usuarios se dieron cuenta del alcance que tenía dentro de la sociedad a nivel mundial, y lo fueron adoptando como medio para cuestionar al gobierno, evidenciar a policías o funcionarios corruptos, hacer mofa de los personajes de la política y del medio del espectáculo; sólo con una cámara y mucho ingenio.

Sin embargo, también ha servido para acosar sexualmente a jovencitas y estudiantes, quienes sin saberlo son grabadas, enfocándoles varias partes del cuerpo, para luego circular por la red de videos más grande del mundo, esto sin que ellas siquiera lo hayan permitido, para luego ser vistas por sus amigos, familiares o conocidos.

Ahora, no es raro encontrar que en buscadores peer to peer como Ares, además de redes sociales, ambos de acceso masivo, que muestren videos tomados con teléfonos celulares, de mujeres adolescentes grabadas sin que se dieran cuenta o en su defecto, mostrándose con poca ropa, desnudas o en poses eróticas.

La mayoría de estas imágenes llegan a los peer to peer porque fueron tomadas a través de celulares, mismos que son de muy fácil uso y obtención, al ser cada vez más baratos, según refiere el especialista en tecnología digital, Allende Márquez, del Tecnológico de Monterrey.

Actualmente es fácil y rápido tener acceso a un sistema de video, ya sea en teléfonos celulares o en cámaras de dimensiones muy pequeñas, lo que facilita este tipo de acciones que si bien no están tipificadas como "ciberdelitos", si pueden causar problemas psicológicos en las estudiantes tras darse cuenta que partes de su cuerpo son "morbosamente" vistas por muchos usuarios.

La Comisión de Derechos Humanos del Estado de México admite que en la entidad no existen estadísticas sobre esta práctica entre los jóvenes, sin embargo informa que sí han atendido casos concretos por esta situación.

En el Edomex, el delito de acoso sexual, que antes era muy común en los lugares de trabajo, pero que ahora se ha extendido incluso al interior del transporte público, se castiga con 6 meses a 2 años de prisión o de 30 a 120 días de multa, a quien lo cometa.

(EL UNIVERSAL)