Las apps y su desarrollo

Luego del éxito observado en torno al uso de dispositivos inteligentes, trátese de tabletas o de teléfonos inteligentes, el número de aplicaciones desarrolladas para dichos dispositivos se ha incrementado.

Y es que el aprovechamiento de la tecnología incorporada en los primeros, depende precisamente de las aplicaciones disponibles. Con base en ello, las principales empresas fabricantes han procurado ampliar sus catálogos de aplicaciones, dándole al usuario la posibilidad de adecuar su dispositivo acorde con sus necesidades.

Sin lugar a dudas, las aplicaciones hacen de los dispositivos inteligentes una herramienta cada vez más útil, y con ello, potencialmente indispensables.

En vista de su versatilidad, en los últimos años el desarrollo de apps ha cobrado un gran auge. Más allá de ofrecer una función operativa específica, las aplicaciones son también utilizadas como un mecanismo de comunicación entre una entidad y un grupo determinado de usuarios.

En este sentido, basta mencionar las aplicaciones que la gran mayoría de las empresas automotrices han desarrollado con el fin de estar presentes en la vida diaria de sus clientes.

Inclusive, en el ámbito político de nuestro país, ya es común observar aplicaciones que incluyen gráficos con propaganda electoral.

Aun cuando pareciere sencillo, el desarrollo de aplicaciones debe satisfacer algunos elementos básicos, sobretodo, si la aplicación quedará ligada a una marca bien posicionada, o si va a hacer referencia al prestigio de una personalidad pública.

Aun cuando no existe información estadística relacionada con el número y tipo de dispositivos en operación, el desarrollador debe estimar: la velocidad sobre la cual operan los dispositivos que en promedio funcionan en el mercado, el tipo de sistema operativo utilizado por la mayoría de los usuarios, la interfaz que utilizará en función a las características de las pantallas, etcétera.

El no considerar tales factores, traerá como consecuencias graves que la aplicación no funcione correctamente, y con ello, podrá afectarse la percepción que el usuario tenga sobre la marca o sujeto en cuestión.

El desarrollo de una app debe tomar en cuenta el precio en que se ofertará al público. Este factor representa el estímulo económico que tanto el desarrollador como la tienda percibirán.

Existen también otros mecanismos de generación ingresos, tal es el caso de los llamados iAds, o cintillos publicitarios alojados dentro de la aplicación, y que reditúan al desarrollador según el número de pulsaciones (hits) realizados por los usuarios.

Así como ocurre con las páginas web, el descuido en cuanto al diseño y contenido de los iAds puede generar contaminación visual dentro de la aplicación, y con ello, deteriorar su percepción.

Sin lugar a dudas, el desarrollo de aplicaciones representará en el futuro cercano una nueva e importante alternativa publicitaria. No obstante, su adecuado aprovechamiento dependerá del profesionalismo de los desarrolladores, en combinación con el grado de aceptación que muestren los usuarios nacionales o extranjeros. *Desarrollador de apps carlos.barreda@i-lex.com.mx